Pablo M. Ballesteros / Madrid
La plataforma presentada por Nissan Ávila para reducir los costes y aumentar la flexibilidad en la planta abulense incluye la creación de una doble escala salarial indefinida por la cual los trabajadores que entren nuevos cobrarían un 24,16% menos que sus compañeros de línea de montaje.
Según un documento realizado por la dirección y planteado a los sindicatos al que ha tenido acceso La Tribuna de Automoción, Nissan propone la implantación de una nueva tabla salarial, con un sueldo bruto de entrada de 17.325 euros (frente a los alrededor de 24.000 euros actuales) y un tope de 23.540,94 euros que se alcanzarían en seis años (mientras que ahora en cuatro años se llega a 31.042,12 euros).
Además, durante los años 2015 y 2016 que tendría vigencia el convenio colectivo, se congelarían los salarios y se eliminarían los porcentajes de subcontratación del convenio en vigor, con el fin de que empresas externas se encarguen de las labores ajenas a la producción.
Más jornadas, menos producción
A pesar de que el Plan de Competitividad se ha puesto sobre la mesa ante la perspectiva de que en lugar de producir 17.000 unidades anuales en 2014 y 2015 sólo se van a ensamblar 13.000, Nissan ha pedido a los sindicatos que los empleados trabajen cuatro jornadas más al año, pasando de 216 a 220, a la vez que la planta abriría cuatro días más, hasta los 222.
Asimismo también han solicitado incrementar los ritmos de producción, pasando del actual MTM115 a MTM120 y de una saturación del 95% a una del 100%.
Para mejorar la flexibilidad —la directiva pide aumentarla en un 20%— solicitan incluir en el convenio el acuerdo utilizado en los últimos años por el cual los días en los que se para la producción, y no se convoca un ERE temporal, la empresa pagaría cinco de las ocho horas de trabajo. Otra de las propuestas es incrementar la bolsa de horas diaria de 32 horas a 44.
A la vez, piden reducir el precio de la flexibilidad. Por ejemplo, los sábados se pasarían a compensar con 45 euros más un día libre, frente a los 90 euros de la actualidad; las jornadas especiales a 70 euros más un día (frente a los 117,43 euros) y las horas extra, que hoy se abonan al 165% de las horas convencionales, reducirlas al 150%.
Por el momento, la dirección y la representación de los trabajadores han acordado retrasar las reuniones hasta mediados de diciembre para ver si la empresa puede proponer un plan industrial con el que poder negociar, tras el último encuentro que se produjo el jueves 20 de noviembre.