Pablo M. Ballesteros / Madrid
Los sindicatos temían desde hace tiempo que en algún momento les hicieran el anuncio que han recibido hoy. Tata se va de Zaragoza, alegando unas pérdidas acumuladas de 60 millones de euros en los últimos cinco años y tras un ERE de 150 días que concluyó el 31 de julio. Fuentes sindicales con las que ha tenido contacto
Asimismo, se quejaban de falta de transparencia y de no haber querido buscar un plan de viabilidad. En algunos casos, según estas mismas fuentes, la decisión de buscar clientes la tomaba el comité de empresa para conseguir carga de trabajo para una fábrica que cuenta con 287 empleados.
La empresa ha anunciado, en una nota de prensa, que el cierre se llevará a cabo en octubre de 2013, es decir, en dos meses, una vez que se cumplan los compromisos de entrega de los pedidos pendientes. No obstante, se ha comprometido a buscar un plan social y a alcanzar un acuerdo que satisfaga a las partes.
Según Tata, «la iniciativa del grupo Benseny, que no es una oferta de compra, persigue la posibilidad de lograr cierta continuidad parcial de la actividad de la fábrica de Zaragoza. Es la primera referencia expresa que hace la compañía al interés de esta empresa catalana de tecnología del metal que, tal y como adelantó esta publicación, esta interesada en la fábrica aragonesa.
Dedicada al diseño, desarrollo, producción y comercialización de carrocerías para autobuses y autocares, Hispano Carrocera nació en 1939. En 2005 Tata Motors Limited adquirió el 21% de la compañía y en noviembre de 2009 la compró en su totalidad con lo que pasó a llamarse Tata Hispano Motors Carrocera S.A. 46 meses más tarde anuncia su marcha.