Ignacio Anasagasti / Madrid
La Dirección General de Tráfico está trabajando “desde hace semanas con diferentes colectivos” para “involucrar definitivamente” a los médicos asistenciales en el procedimiento que les permite informar a las jefaturas provinciales de Tráfico sobre si un paciente no está en condiciones de conducir para que se le retire el carné de forma temporal o permanente, según ha informado la directora general, María Seguí.
La responsable de la DGT, que participó esta mañana en la presentación del Informe de la Organización Mundial de la Salud sobre Seguridad Vial 2013 –coordinado en España por el Ministerio de Sanidad-, explicó que dicho protocolo de actuación y comunicación ya existe, aunque “tal vez no es conocido”. Asimismo, reconoció que “muchos médicos plantean la disyuntiva de la confianza del paciente y la confidencialidad de esos datos”.
En relación al Informe de la OMS, que recoge estadísticas de 2010, Seguí destacó que España está “entre los 12 mejores países en seguridad vial” de los 182 analizados en todo el mundo, toda vez que registra un ratio de 5,4 muertos por accidente de tráfico por cada 100.000 habitantes. Por detrás de nuestro país, se encuentran, por ejemplo, Francia y Estados Unidos, con unos ratios de 6,4 y 11,4 fallecidos, respectivamente.
El objetivo a lograr es reducir el ratio a 3,7 muertos por cada 100.000 habitantes en 2020, una meta que ya en 2010 la había incluso superado Suecia que se quedó con 3 fallecidos por cada 100.000 ciudadanos. Este hito lo utilizó la directora de Tráfico para señalar que en España “hay que reducir con toda celeridad” la mortalidad.
El estudio de la OMS constata que nuestro país es uno de los 28 analizados que dispone de una legislación sobre cuestiones como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, la no utilización del casco en las motocicletas y ciclomotores, el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil.
Sobre el grado de cumplimiento de estas leyes, España se autocalificó en el informe con un siete, lo que supone “un reconocimiento de que existe todavía un amplio margen de mejora”, apostilló Seguí.