Alberto Gutiérrez Molinero / Madrid
Apenas ha pasado una semana desde que saliera elegido Papa y Francisco ya ha dado muestras de qué tipo de pontificado quiere impulsar. Ayer, en su entronización se desprendió del Papamóvil blindado que se ha utilizado desde los años 80 y se paseó por la Plaza de San Pedro en Roma en un Mercedes G500 descapotable.
El Mercedes está equipado con un parabrisas plegable y pasamanos, el interior es blanco y se accede a través de unas escaleras bordeadas en rojo en la parte trasera.
Este vehículo, más modesto que los que suelen utilizar los Papas normalmente, había sido descartado en 2007 por motivos de seguridad. Sin embargo, Francisco lo prefirió para poder tocar a los fieles y estar más cerca de ellos, lo que, sin duda, puso a prueba a todo el personal de seguridad del Papa.
La protección del pontífice ha ido aumentando desde que en mayo de 1981, un ciudadano turco atentara contra Juan Pablo II. Está previsto que en lo sucesivo, Francisco, tenga que volver a encapsularse dentro del Papamóvil blindado, pero a veces un gesto, una imagen, bastan para explicarlo todo.