Carlos Olmo / Madrid
Sergio Marchionne, presidente del Grupo Chrysler y Fiat, ha dejado entrever en una entrevista al diario La Repubblica, que la fusión de los dos gigantes, de los que es máximo responsable, se podría producir antes de la fecha marcada, en 2014. La marca italiana controla a la norteamericana desde 2009, cuando acordó con la dirección de Chrysler su entrada en el accionariado, ante los problemas económicos en los que se encontraba y que dejaron a la marca de Detroit al borde de la desaparición.
Su participación ha ido aumentando desde entonces tras adquirir los paquetes de acciones que tenían el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y el Gobierno de Canadá. Además, se encuentra en proceso de compra de las acciones que tiene Veba, una suerte de sindicato que formaron los propios trabajadores ante los problemas económicos de la compañía y que se dedicaba a controlar las pagas a los propios empleados.
De esta manera, controla ya más del 60% de la compañía, aunque mantiene un contencioso con los últimos, Veba, por el precio de las acciones. Pese a esto, se dispone a fusionar las dos empresas, según la ‘alianza global’ pactada en 2009, en el momento de la entrada en el capital de Chrysler.
Por el momento, no ha desvelado la fecha de la fusión, para que ambas estructuras funcionen como una sola, ni tampoco el nombre que tendrá la unión, aunque sí apuntó a que esta fusión podría ser antes de la fecha pactada.
En la misma entrevista quiso tranquilizar a los trabajadores de las plantas italianas de Fiat al señalar que mantendrá el trabajo en el país trasalpino y apuntó que espera que vuelvan, en los próximos tres o cuatro años, aquellos que por el ERE o por la mala situación económica tuvieron que salir de la compañía.
Además, reveló que el grupo saldó con pérdidas el ejercicio de 2012, con un balance negativo de 1.041 millones de euros, pese a las ganancias que arrojó Chrysler de 1.411 millones.