El sector del automóvil ha recibido con temor añadido la subida del IVA en dos puntos porcentuales a partir del primero de julio, pues a la automática subida de precios de esta nueva imposición, se añade que no se renovarán las ayudas directas a la compra de coches del Plan 2000E, a punto de agotar sus recursos.
Desde primero de año, todas las asociaciones representativas de este sector alertaron sobre las consecuencias de esta subida del gravamen que más incide en el consumo, en coincidencia con la retirada de las ayudas, una confluencia que se dio en llamar la "tormenta perfecta".
Los cálculos son unánimes y, desde fabricantes a vendedores, pasando por importadores y concesionarios, la subida del 16% al 18% en el tramo general de IVA, el que grava la compra de coches, implicará una subida media del precio de venta en torno a los 450 euros.
A esto se añade, la retirada de las ayudas directas de 2.000 euros, repartidas entre los mil que aportan las marcas, los 500 del Gobierno Central y las misma cantidad de la mayoría de las comunidades autónomas.
Casi 2.500 euros, entre retiradas de subvenciones y subida del IVA, que dejará de recibir el cliente es, para este sector, una retracción en el ánimo de compra de los consumidores que puede llevar al mercado del automóvil a una caída de las matriculaciones en el segundo semestre de un 25%, o lo que es lo mismo, dejar de vender unas 150.000 unidades, es decir cerrar el ejercicio con unas 900.000 unidades, cifra muy alejada de los 1,2 ó 1,3 millones que se considera la velocidad de crucero de este mercado.
El sector, no obstante, afirma que el peso más significativo de esta caída de mercado hay que buscarlo en la retirada de las ayudas, pues la subida del IVA, aunque tiene influencia, será bastante menor.Incluso, algún que otro directivo de marca se ha pronunciado por un "efecto insignificante" de la subida impositiva, pues ese incremento de precio de 450 euros en operaciones, la mayoría aplazadas a financiaciones entre tres y cinco años, diluye por completo esa modificación.
Además, algunas marcas generalistas ya han anunciado que no van a repercutir en el comprador dicha subida del IVA en el precio de algunos de sus modelos, con lo que el efecto de las campañas de promoción, que ya se sitúan en un media de 3.000 euros por coche, se puede acentuar.
Vendedores y concesionarios, en cambio, sí han percibido que el efecto multiplicador de la subida del IVA tendrá impacto en la factura del taller, aproximadamente en unos 20 euros de media, con lo cual se puede situar este gasto en el entorno de los mil euros, algo que puede demorar los periodos de mantenimiento de los automóviles e incidir negativamente en la seguridad vial.
Otro efecto es que la subida de precio de los coches desviará la posible compra del vehículo nuevo hacia el mercado de ocasión, lo que traería también implicaciones negativas en la seguridad vial y en la protección medioambiental. EFE