La Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) prevé que 2025 sea un año estable en facturación y en empleo para sus asociados. Este pronóstico se plantea a pesar de que su presidente, Francisco J. Riberas, pronostica, citando a las consultoras, que la producción mundial se contraerá en 1,5 millones de vehículos, de los que unos 900.000 se perderán en EEUU, como consecuencia de que las importaciones de componentes se encarecerán por los aranceles del país.
Durante una rueda de prensa de esta patronal para presentar los datos de 2024 y los vaticinios de 2025, el también líder de Gestamp matizó que la primera foto del presente ejercicio marcaba un ejercicio continuista también en la fabricación de vehículos, pero que se había complicado por las tasas al comercio internacional. En este contexto, estiman que Europa se mantendrá plana, aunque la zona occidental del continente lleva en retroceso desde 2017.
Cabe recordar que en 2024, la cifra de vehículos ensamblados ya bajó de los 93.546.599 de 2023 a 92.504.338 unidades (-1,11%) en 2024, con 31,28 millones 'made in China', según los datos de la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA). No obstante, el curso anterior había subido un 10,03%.
Sernauto: el empleo también se mantendrá estable
A pesar de ello, y a que el horizonte mundial a nivel macro marcan prácticamente como imposible que el PIB global vuelva a crecer el 3,2%, como ocurrió en 2024, el director general de Sernauto, José Portilla, aventuró que en este curso se mantendrá la facturación en el entorno de los 41.238 millones (-0,7%) logrados en el ejercicio pasado. Esta cifra supuso poner fin a dos años consecutivos en verde, con un +10,3% y un +17,8%, respectivamente.
Esto mismo ocurrirá con el empleo en un sector que tiene 325.200 trabajadores, de los que 203.250 son directos (-0,7%), según la patronal —la Encuesta de Población Activa, que facilita el INE a La Tribuna de Automoción calcula que el número de nóminas en cuarto trimestre era de 141.600—.
1.021 millones de euros exportados a EEUU por los fabricantes de piezas
Entre las preocupaciones que tiene Sernauto son las negociaciones entre EEUU y Europa por los aranceles. A pesar de que este país no es de los principales clientes directos de los proveedores españoles, con una exportación en 2024 de 1.021 millones de euros al país presidido por Donald Trump —a Francia se envían componentes por valor de 3.840 millones y a Alemania, de 3.950—, si que afecta a vehículos que se ensamblan en la UE con piezas españolas, que se envían a la nación de las barras y estrellas.
El director general de los fabricantes de componentes, cuestionado por este periódico acerca de qué mercados podrían absorber la demanda de EEUU si no se rebaja la tensión arancelaria, apunta hacia Europa de Este, con Rumanía y Bulgaria; Turquía, Emiratos Árabes Unidos, India y Brasil. A la vez, el presidente matizó que cabe esperar la recuperación de Europa, aunque no concretó fecha. No obstante, los dos directivos se mostraron optimistas con que se llegue a un acuerdo con la Administración Trump.
En total, en 2024 se exportaron 25.065 millones (-0,3%), lo que supone un 60% de la facturación, mientras que el 3% de los ingresos totales, 1.245 millones (-2%), se destinaron a la inversión en I+D+i. Por su parte, el desembolso en capacidad productiva se redujo un 12,3%, hasta los 1.466 millones.
Por su parte, la facturación en el mercado nacional alcanzó los 16.174 millones de euros, de los que los fabricantes de primer equipo aportaron 9.419 millones (-6,7%), mientras que los recambios, con 6.755 millones, subieron un 7,3%.
«La posición de China con EEUU es fuerte»
Este aspecto, los aranceles a los vehículos eléctricos que vengan de China y otros en los que trabaja Bruselas para que la UE gane en autonomía estratégica se espera que se traten a finales de junio o principios de julio cuando la Comisión lance un reporte más consolidado. Entre las cuestiones que se podrían tratar se encuentra un plan renove de ayudas a la compra de vehículos electrificados.
Cuestionado por si a España le podría perjudicar menos las restricciones de China a la exportación de tierras raras, por la buena relación entre ambos Gobiernos destacó que entre la UE y el país asiático hay una relación diferente a la que tiene con EEUU y que la de nuestra nación, en particular es preferencial.
China, ha destacado, controla el 80%-90% de las materias primas claves para el sector por lo que es complicado recuperar la autonomía estratégica —eso, a su juicio, se debería haber pensado hace 10 años—. Por ese motivo, a pesar de que el gigante asiático «no tiene interés por cargarse todo», «en el ámbito del auto tiene más que ganar [con esa guerra comercial] que EEUU».
La electrificación en retroceso
Asimismo, Riberas, —el 1 de julio le da el relevo al nuevo presidente de Sernauto, Javier Pujol— avisó de que se está produciendo una ralentización de los eléctricos en Europa y EEUU. Mientras que la producción mundial de los VE e híbridos enchufables crecieron en tres millones en 2024, de esa subida, 3,3 millones vinieron de China, mientras que en Europa cayeron 200.000 y 100.000, en EEUU.
Además, el directivo también apuntó que «para el año 30 se proyecta, entorno a 7 – 8 puntos menos de penetración en producción de vehículos, respecto a lo que se pensaba hace dos años».
En relación a su salida —podría haber renovado una tercera vez más y estar seis años al frente, en lugar de los tres y medio que va a permanecer en el cargo—, Riberas aclaró que ha estado «a gusto», pero que «tengo otras cosas en la propia compañía» y que se «ha buscado una buena alternativa», con la llegada del CEO de Ficosa. En cualquier caso, ha reivindicado al equipo de trabajo de Sernauto y ha subrayado que la función del CEO es más representativa que ejecutiva.
Por último, respecto a la reunión de este lunes entre empresas del sector de la automoción y del de defensa, auspiciado por el Ministerio de Industria, que adelantó La Tribuna de Automoción, la asociación ha señalado que la adaptación de los fabricantes llevaría tiempo, a la vez que los volúmenes en materia de seguridad son muchos más bajos que los que demandan los vehículos.