La dirección de la fábrica de Mercedes en Vitoria ha advertido hoy al Comité de Empresa de que a partir de junio podría existir un excedente de plantilla de entre 500 y 600 trabajadores, debido a una entrada de pedidos menor de la prevista, según han informado a La Tribuna de Automoción fuentes del sector.
En noviembre pasado, la compañía confirmó que tendría suficientes mecanismos para hacer frente a 2025 con lo regulado en el marco laboral, tras ver frustrados sus intentos de acordar con los sindicatos un modelo de trabajo al margen de lo estipulado en el convenio —con aplicación de sábados y novenas horas— para abordar la supresión del tercer turno —desde el próximo 3 de marzo— y la necesidad de paros para transformar la factoría de cara a la nueva plataforma VAN.EA. Todo ello en un curso en el que se contempla un programa de 124.634 unidades, frente a las cerca de 120.000 con las que se finalizó en 2024.
Así, pactó únicamente el calendario para el presente curso con ELA, UGT y Ekintza, incluyendo una fórmula de flexibilidad que, a priori, resolvía el sobrante de personal de alrededor de 1.000 personas que se generará con la cancelación de un equipo. Concretamente, se decidió que las jornadas activables del 13 al 17 de enero se trabajasen, para así poner en marcha un sistema de descansos por bloques de 500 trabajadores cada semana entre marzo y junio ambos inclusive.
Adicionalmente, no se renovarán 300 eventuales que terminan sus contratos en su mayoría a finales de febrero y se moverán unos 200 trabajadores al departamento de prototipos de abril a mayo. Por su parte, para después del descanso de verano, se esperaba que el exceso de plantilla se resolviese con las necesidades de formación de los empleados en la zona nueva de la factoría en relación a la producción del primer modelo bajo la nueva arquitectura, cuyo montaje en serie se iniciará a finales del primer trimestre de 2026.
Si no hay acuerdo de flexibilidad, Mercedes Vitoria recurrirá a un ERTE para resolver el excedente
Sin embargo, este escenario que se proyectaba ya no sería el que maneja la dirección de Mercedes, puesto que, a tenor de una bajada de las ventas, ha esgrimido hoy que hay que negociar medidas para solventar la falta de actividad para hasta 600 operarios desde junio, como se mencionaba.
Fuentes del sector indican a La Tribuna de Automoción que la gerencia quiere consensuar un modelo de trabajo para evitar tener que recurrir a un ERTE, aunque ha avisado de que si no encuentra una solución consensuada de flexibilidad, lo aplicará de manera unilateral.
Actualmente, la plantilla de Mercedes Vitoria tiene agotado su límite de bolsa de horas en negativo, después de que en marzo del año pasado la empresa acordase con una mayoría sindical una ampliación de 20 días respecto al tope de -18 del convenio para asumir múltiples paradas por problemas de suministro de componentes, la falta de pedidos y la introducción del rediseño de la Clase V y la Vito. Una extensión que se cubrió el 19 de diciembre.
Con la flexibilidad acabada, cualquier inactividad a mayores de la contemplada en calendario requeriría un expediente temporal o aplicar alguna fórmula laboral pactada con el Comité.
Aparte de para resolver el excedente de personal, se necesitará dar respuesta a las paradas adicionales que tendrán que hacerse junto al descanso estival de agosto para hacer obras en las instalaciones. Si bien la dirección aún no ha detallado el alcance de estas detenciones, podrían tener una duración de más de una semana.
Una negociación larga
Tras comunicar en una reunión hoy la necesidad de buscar soluciones a la falta de trabajo para 600 personas desde junio, la dirección quiere abrir unas negociaciones con los sindicatos, que todo apunta se dilatarán en el tiempo, primero porque las medidas no se necesitan a corto plazo y porque la división sindical en el centro dificulta la consecución de mayorías.
Fuentes del sector precisan, asimismo, que Mercedes también necesita margen para tener mayor claridad sobre las cifras de pedidos.