La marca de motos y cuadriciclos eléctricos de Acciona, Silence, ha abierto los pedidos de su nanocar S04 después de haber sufrido algunos contratiempos en su producción en la antigua planta de Nissan Barcelona. Unas dificultades que le han llevado a reducir su capacidad máxima de fabricación en un 50%, pasando de las 40.000 unidades anuales a un turno —anunciadas en mayo de 2023— a una teórica de 20.000.
Aunque el objetivo es alcanzar los 20 vehículos diarios a finales de este ejercicio, lo que daría pie a hacer entre 4.000 y 5.000 al año, la cifra de 20.000 prevén que se logre en tres años. Para ello, solo en la actividad del coche —sin contar las motos—harían falta unos 300 empleados, según adelantó el director de Movilidad de Acciona, Carlos Sotelo, a La Tribuna de Automoción durante la presentación del modelo en un acto que tuvo lugar ayer en la sede de la compañía.
A día de hoy, hay alrededor de 180 trabajadores en el centro de Zona Franca, de los que 96 proceden de Nissan (el acuerdo con los sindicatos establecía 110). Esta plantilla se reparte entre unos 100 que están para ensamblar el modelo de cuatro ruedas, 15-20 para el ensamblaje de las baterías, que emplean celdas de Samsung; 15 para el bastidor y unos 36 que producen motos, a 90 unidades diarias. A ellos, hay que sumar, por ejemplo, los operarios de logística. A mayores, Silence dispone de un equipo de 100 personas para la comercialización de los vehículos.
Problemas con los bastidores, que ahora se hacen en la fábrica de Silence
La capacidad de la fábrica no es la única cifra que ha cambiado en el último año y dos meses. Mientras que en mayo de 2023 se calculaba que ese ejercicio se harían entre 2.000 y 3.000 nanocars y de 5.000 a 6.000 en 2024, el nuevo pronóstico es que el actual curso acabe con 1.500, de los que 500 se producirán antes del verano y responderá a la versión L6, la de cuadriciclo ligero —esta se venderá desde 9.870 euros, antes de las ayudas del Moves III, que pueden ser de 1.400 o 1.600 euros, si se achatarra una unidad antigua, y de la rebaja del 15% en el IRPF—.
A la vuelta de las vacaciones se espera hacer los otros 1.000, que serán de la L7, es decir, del pesado, según señala Sotelo a esta publicación. Este modelo se comercializará desde 11.680 euros, a los que habría que descontar 1.800 o 2.000 euros del plan de ayudas y la mencionada rebaja fiscal, que puede alcanzar los 1.200 euros.
Esta diferencia también se nota en la producción diaria, mientras que el pronóstico era que antes de verano del año pasado se tenían que hacer 25 unidades, ahora la cifra se ha reducido a 20 para finales de este año. En la actualidad, afirma el responsable y creador de Silence, se hacen unas siete vehículos diarios, mientras que la producción de la moto está parada por exceso de stock. El bajo ritmo del S04 y el no hacer motos se tradujo en un ERTE, que concluyó el 30 de junio, tal y como adelantó este periódico.
El principal motivo del retraso del arranque del ensamblaje del cuadriciclo, que mide 2,28 de largo, ha sido problemas con el bastidor. No obstante esto ha supuesto una oportunidad de generar empleo, puesto que mientras que antes esta pieza se traía prácticamente hecha de fuera ahora se suelda y se pinta dentro de la factoría, lo que da trabajo a unas 15 personas. Además, ese tiempo de espera se ha utilizado para mejorar otras partes del vehículo.
El vehículo para Seat, como pronto en 2026
Otra de las cuestiones que adelantó este periódico, en septiembre del 21, fue que Seat estudiaba comercializar el S04 bajo la marca Seat Mo. Cuestionado por este particular, Sotelo insiste en que este proyecto está en «stand by». No obstante, en otro momento de la conversación adelanta que el nanocar contará con ABS y airbags en 2026, cuestiones estas que había pedido la marca española que estuvieran en su proyecto de microcoche, por lo que se entiende que hasta ese momento no se hará para este fabricante. Estas mejoras , en principio, no encarecerán el producto porque se compensará con una reducción del coste de la producción al incrementarse el volumen de unidades fabricadas.
En principio, antes llegará la versión Cargo, que tendrá un único asiento para aprovechar al máximo el espacio de carga —ya en la versión disponible para dos personas tiene un maletero de 247 litros— y que en la actualidad está en homologación, por lo que se espera que esté listo a final de año.
Red propia en España y fuera la de Nissan
En cuanto a la distribución de este vehículo, que permite la extracción de las dos baterías para cambiarlas o cargarlas fuera del coche —aunque también se puede enchufar el cuadriciclo directamente—, cada una pesa 40 kilos (se traslada como una maleta pequeña), en España cuenta con una red propia de unos 20 puntos mientras que fuera de nuestro país se empleará la red de Nissan, después de un acuerdo con la marca japonesa. Por orden de llegada, los primeros mercados en los que estará presente son Italia, Francia y Alemania.
Con esos ingredientes, y con un vehículo que quiere tener más de coche que de cuadriciclo, la marca española pretende alcanzar una cuota de mercado del 18% en Europa, según señaló ayer en una comparecencia de prensa.
Respecto a la producción de las motos, Sotelo explica que sigue parada porque en 2023 se fabricó mucho, pensando que se iba a seguir con la tendencia de 2022, pero al final cayeron. En el 22 el mercado subía al 96% y Silence lo hacía al 40%, rememora, y «en el 23, previmos crecer otro 40% y caímos un 30%. Esa diferencia del 70% nos hizo alcanzar un stock de 3.000 motos». Algo que no se ha recuperado ya que el mercado de moto eléctrica «hasta junio cae un 50%».
La producción de motos, para después de verano
Cuestionado por si se pudo deber a una burbuja de motosharing, afirma que en España en cuatro o cinco años se vendieron 4.000 o 5.000 motos cero emisiones para empresas, pero en el 22, el mercado se dobló y era sobre todo a particular. A su juicio, la caída de la electromovilidad en el sector de las dos ruedas es fruto de que «el mensaje ha sido que los coches de combustión siguen y que las subvenciones no llegan nunca».
En cualquier caso, si somos competitivos con la gasolina venderemos y si no, no. No obstante, el mercado eléctrico está flojo y la prueba es que manteniendo el volumen, «el año pasado estábamos en un 19% de cuota de mercado y ahora estamos en un 29%». Respecto a retomar la producción de motos en Barcelona, Sotelo afirma que «va a depender mucho de las ventas, pero igual hasta después de verano no arrancamos. Lo estamos viendo día a día».
Silence pide aranceles a las motos eléctricas chinas
Además de tratar de fortalecer el exiguo mercado de las motos eléctricas, el responsable de Silence pide a la Comisión Europea que extienda los aranceles a los coches cero emisiones provenientes de China también al sector de las dos ruedas.
En este sentido, destaca que «cada día viene un nuevo fabricante» de este país porque «es un mercado de 50 millones de motos», por lo que es muy complicado de competir con ellos. Asimismo, recuerda que después del coronavirus, desde la UE, se insistió en la necesidad de reindustrializar Europa, algo para lo que, a su juicio, «las ayudas de cientos de miles de millones son estériles, si en Asia están subvencionando la exportación».
