Con Picanto, Kia sigue apostando por un segmento, el de los pequeños coches urbanos, que está en clara decadencia. Pero, aunque muchos fabricantes están de retirada, la coreana puede presumir de haber vendido más de un millón de unidades en el continente europeo desde que se estrenó, en 2004, de las cuales, 79.600 se han quedado en nuestro país.
Es una categoría que, desde 2021, está perdiendo mucho peso, cerrando un ejercicio 2023 con una cuota de mercado de un 3,7% y que, en el primer cuarto de 2024, ha visto cómo esta penetración se ha reducido a un 3,3%. En el caso de nuestro protagonista, fueron un total de 3.248 unidades las que se comercializaron el pasado año, y en los cuatro primeros meses de 2024 el registro se queda en 636. Pese a esto, las previsiones de la marca pasan por alcanzar las 3.000 unidades a finales de este ejercicio, correspondiendo la mitad a esta nueva versión que, desde mayo, se puede reservar y que se espera empiece a rodar en junio.
Pequeño, pero fiel a la marca
Estéticamente, el nuevo Picanto se acerca a los últimos modelos que ha lanzado la coreana. Suma una nueva parrilla y un nuevo paragolpes, y añade una nueva firma lumínica vertical que suma una tira de led longitudinal. El urbanita aterriza con dos acabados, Concept y Drive, y una tercera variante con extra de picante, denominada GT Line, que incorpora un toque algo más deportivo.
En la trasera, también hay un paragolpes de nuevo cuño donde, en la opción GT Line, integra una tira de luz que cruza el capó de lado a lado.
Para conseguir el Picanto ideal se ofrecen hasta nueve colores, de los que cuatro son nuevos. También son de estreno las llantas, que arrancan en 14 pulgadas, acabadas en acero, y crecen hasta las 16, unidas a la variante GT Line.
Por dentro también hay diferencias entre los acabados Concept, Drive y el GT Line. Los primeros apuestan por unas tapicerías de tela negra, mientras que el último busca un acabado algo más deportivo pero, en lugar de emplear el tono rojo, como ha hecho Kia en estos acabados tradicionalmente, lo hace con el color gris.
En cuanto a habitabilidad, teniendo en cuenta que estamos ante un modelo de poco más de 3,5 metros, se puede decir que el espacio que se reserva para sus ocupantes es más que correcto, mientras que la capacidad de su maletero asciende a 255 litros, lo que le sitúa entre los mejores de su categoría.
Pequeño y conectado
El tamaño no es impedimento para estar dotado de lo último en conectividad y ADAS. De serie, se presenta con un cuadro de instrumentos de 4,2 pulgadas y una pantalla en la consola de 8,2. En el habitáculo se pueden advertir distintas tomas USB tipo C y la posibilidad de emplear dispositivos Android o Apple sin necesidad de cables.
También destaca en el apartado de seguridad, agregando desde la variante de acceso de tecnologías de reconocimiento de señales, alerta de cambio de carril, etc.
Dos motores, pero sin electrificación
La oferta mecánica del Picanto se conforma con dos únicos motores, ambos de gasolina y sin ningún tipo de asistencia eléctrica, por lo que sólo es acreedor de la etiqueta C. Se accede a la gama con un propulsor de 1,0 litro, tricilíndrico, de 63 CV que se puede unir tanto a una caja de cambios manual como automática. La segunda opción es un cuatro cilindros de 1,2 litros de capacidad y una potencia de 84 CV.
La gama arranca, incluyendo descuentos y promociones, en los 16.527 euros de la versión de un litro vestida con el acabado Concept, y se corona con la variante más potente, GT Line, y caja de cambios automática, que parte de 21.435 euros.