Ford ha anunciado la adjudicación de un nuevo vehículo a la planta de Almussafes (Valencia), que permitirá al centro de producción mantener «suficiente carga de trabajo» hasta la implantación de la plataforma para los coches eléctricos, según acaba de informar UGT en un comunicado, tras la reunión mantenida ayer entre el Comité Europeo y la dirección mundial y continental —encabezada por el presidente global, Jim Farley— en la factoría de motores de Ford en Dunton (Reino Unido).
«Esta decisión demuestra la apuesta de la compañía por Valencia, consecuencia del Acuerdo de Electrificación. Esa es su clara respuesta a la demanda que hemos planteado desde UGT», expone el sindicato, que estuvo representado en el encuentro por su secretario general y presidente del órgano de representación de la plantilla de las instalaciones españolas, Carlos Faubel.
A pesar de la adjudicación, que es «lo principal», desde la organización se informa que el 10 de abril «ahondaremos en los detalles en una nueva reunión que tendrá lugar en Colonia», donde se ubica la sede del constructor en el Viejo Continente.
El eléctrico, retrasado en Ford Almussafes hasta 2028 o 2029
Cabe recordar que el 5 de febrero, en un Comité Europeo, la compañía señaló que estaban trabajando en soluciones para resolver la falta de carga de trabajo del centro hasta la llegada del vehículo eléctrico. Este anuncio, aunque ya avanzaron que se daría más detalles en abril (la reunión se ha adelantado al 27 de marzo), abrió la puerta a que UGT, con mayoría absoluta en la planta valenciana, empezara a negociar un ERTE, que se acaba de prorrogar hasta el 19 de abril en vehículos y motores. El expediente tenía una vigencia inicial del 13 al 28 de marzo.
Almussafes pedía un vehículo adicional híbrido hasta la llegada del eléctrico, después de que se dejara entrever que esta se podría retrasar hasta 2028 o 2029, frente al pronóstico inicial que era 2025-2026. Además estos coches serían más pequeños de lo previsto y emplearían una plataforma diferente a la inicialmente planteada, que era la GE-2.
Solo queda el Ford Kuga
Esta adjudicación —podría ser un SUV híbrido— se considera imprescindible, puesto que el 17 de abril es el último día en el que se ensamblará la furgoneta Tourneo/Transit Connect. Una marcha de Valencia que se ha hecho en dos fases, yaque en diciembre se dejó de ensamblar la versión que se enviaba a Norteamérica y próximamente la que se hace para Europa. La nueva generación se montará en la planta del Grupo VW en Poznan (Polonia).
De esta forma, en la factoría permanecería únicamente el Kuga, con el que, a pesar de que se acaba de lanzar un restyling, quedaría lejos del objetivo mínimo de hacer 200.000 automóviles anuales para poder mantener la plantilla actual, ya que de este SUV hay una previsión de que se produzcan unas 130.000 unidades en 2024. A ellas, habría que sumar unas 10.000 del Connect. En 2023, en total, se alcanzaron 219.594 coches, lo que supuso un descenso del 10,6%.
Sin un nuevo modelo, para 2025 y 2026 se podrían hacer 113.000 y 98.000, respectivamente, de acuerdo con otras fuentes sectoriales consultadas por este periódico. En la actualidad, se ensamblan entre 200 y 250 unidades diarias del comercial, mientras que del crossover salen de la fábrica alrededor de 900.
El anuncio hecho hoy abre las puertas a que UGT se siente a negociar medidas de flexibilidad después del 17 de abril, con la marcha del Connect, y con el fin de la prórroga del ERTE dos días más tarde, con lo que se espera un excedente grande de plantilla, que está conformada por 4.900 empleados, después de los tres ERE que ha habido desde 2020.
