El Moves III dispone aún de 344,59 millones, entre el remanente de las CCAA y los fondos sin repartir

El Plan Moves III de ayudas a la compra de vehículos enchufables e instalación de puntos de carga, que fue ampliado el 14 de noviembre hasta el próximo 31 de julio —inicialmente concluía este 31 de diciembre—, dispone aún de un presupuesto de 344,59 millones de euros, entre los fondos sin repartir y el remanente que tienen aún las comunidades autónomas sin reservar, según un estudio realizado por La Tribuna de Automoción, después de contactar con todas las administraciones regionales.

De esa cifra, que supone un 28,71% de los 1.200 millones de euros con los que contaba el programa, 265,58 millones están a expensas de distribuir entre las autonomías, que lo vayan solicitando a medida que se agoten los fondos, mientras que 79,01 están en las arcas regionales, pero todavía no han sido reservados por los interesados. Es decir, desde que se lanzó el programa el 14 de abril de 2021, se han otorgado 855,41 millones de euros a avanzar en la electromovilidad en España.

Además, el reparto del plan, que gestiona a nivel estatal el Instituto para el Ahorro y la Diversificación de la Energía (IDAE), entre la línea 1 de incentivos para los vehículos y la 2 para la infraestructura de carga está muy equilibrado. Según ha recabado esta publicación, por el momento se han destinado 395,81 millones para la compra de modelos eléctricos e híbridos enchufables y 386,37 a instalar puntos.

Madrid y Comunidad Valenciana, próximas ampliaciones de fondos del Moves III

A esa cifra hay que sumarle los 42,83 millones de euros de Canarias, que no ha dado datos desagregados de cada iniciativa, pero sí ha confirmado que ha recibido reservas para un montante incluso superior al presupuesto del que disponía (si bien no aclara si queda dinero para alguna de las dos líneas,  y Asturias, que pese a la insistencia de este periódico, no han facilitado información sobre el empleo de los fondos públicos. Asimismo, hay que añadirle que las comunidades autónomas pueden destinar hasta un 5% de la inyección para la gestión del programa.

Hay que recordar que el Moves III nació con un presupuesto de 400 millones de euros, ampliable a otros 400, y que en noviembre de 2022, tal como adelantó La Tribuna de Automoción, se le dotó de otros 400 millones, sumando un total de 1.200. Mientras que el reparto inicial se hizo en función de la población de las comunidades, las nuevas inyecciones, que han sido de 453,51 millones y arrancaron en abril de 2022, se han hecho a raíz de peticiones autonómicas, una vez que iban concluyendo sus fondos.

Más allá de estos 453,51 millones, hay que añadir los 23,5 que ha solicitado Madrid (15 para vehículos y 8,5 para cargadores) y los 8 de la Comunidad Valenciana, que habían gastado todo el dinero disponible. No obstante, cuando este medio consultó a las administraciones, aún estaban pendientes de tramitación. Por su parte, las Islas Baleares tienen intención de pedir otros 10 millones y Castilla y León había conseguido 15 millones, a repartir entre las dos líneas, recientemente.

423,49 millones en ayudas a la automoción

El remanente de este programa se une al que tienen aún los vehículos pesados, en el plan de ayudas para la transformación de flotas de transporte de viajeros y mercancías, que concluye el 30 de abril de 2024. Según cálculos de este periódico, a partir de los datos facilitados por las autonomías, quedan 78,89 millones de los 400 millones iniciales. Es decir, aún quedan 423,49 millones en ayudas directas a la automoción.

La patronal de fabricantes de Anfac ha solicitado que se renueve este programa antes de que venza, a la vez que pide (como otras asociaciones del sector) que se reforme el Moves III para que los consumidores no tengan que esperar más de un año para cobrar las ayudas.

En este sentido, proponen aplicar medidas fiscales similares a las que se aplicaron en las estaciones de servicio con el descuento de 20 céntimos por litro de combustible. Con esa iniciativa, los consumidores disfrutaban de ese beneficio directamente en el surtidor, gracias a los fondos que adelantaba Hacienda a las gasolineras.