El director general de Teknia, Javier Quesada, ha señalado que el camino de la compañía española para crecer ya no está en comprar empresas de entre cinco y 20 millones de euros de facturación anual, sino que «ahora estamos valorando adquirir grupos industriales de alrededor de 80 millones de ventas para incorporarlos al grupo». Por este motivo, habrían rechazado la segunda operación que negociaban en Alemania, después de la compra de la factoría de piezas para las suspensiones en Stuttgart en julio de 2022, con la que alcanzó la fábrica número 22.
En una entrevista con La Tribuna de Automoción, el ejecutivo bilbaíno ha señalado que también explorarían, «por encima de ese volumen de ventas, una fusión» —con una de una dimensión inferior a la suya—, aunque «manteniendo la mayoría, porque creemos en este modelo de negocio y en nuestro equipo». En ese caso, «quizá para facilitarles la marcha en algún momento a los accionistas minoritarios, que pudiéramos incorporar, lo natural sería una salida a Bolsa».
El motivo por el que ya no se interesarían por las entidades de menor dimensión es porque «integrar compañías de 20 millones es mucho más complejo que grupos industriales de 80, porque tienen que aprender a gestionarse mejor y a cumplir ciertos estándares mínimos que su cliente le permitía cuando eran pequeños». De cara a estas operaciones «nos interesan aquellas que nos completen el porfolio tecnológico, producto, mercado y cliente y que nos encajen en nuestra estrategia de crecimiento».
Esto implica tener un nexo de unión con las tecnologías de Teknia de Inyección de plástico; inyección de aluminio, Tubos, Estampación de metales y Mecanizado. O tener relación con las piezas que elabora la empresa vasca, que se circunscriben en siete ámbitos del coche, donde tal vez la que mayor relevancia haya alcanzado es la de Seguridad. En este sentido, el 40% de los depósitos de líquido de frenos que equipan los coches europeos son suyos, al igual que en pistones de freno, que elevan su presencia continental por encima del 50%, y otros componentes que no son muy tecnológicos, a prioiri, pero que son complejos, como la pieza de plástico del volante que cubre el airbag.
Interés por el aluminio de Norteamérica y la meta de duplicar la facturación
A ella se suma, Powertrain; Nueva Movilidad; como la pistola de plástico para cargar el vehículo eléctrico; Electrónica y de iluminación; Exteriores (carrocería y chasis), entre los que también se encuentran piezas para los limpiaparabrisas —en EEUU ensamblan el producto completo para Bosch—; Interiores, con piezas de plástico visto y componentes para los asientos, y Confort en la conducción, que son todas de aluminio, la mayoría relacionadas con la dirección.
En concreto, Norteamérica y en el campo del aluminio es donde están «buscando muy activamente empresas para comprar». Lo que tiene claro el que es director general de Teknia desde el 8 de marzo de 2022 es que para incrementar el tamaño, el greenfield —instalar una planta de cero en un terreno— no es lo suyo. «No somos buenos en esto, preferimos el brownfield (comprar empresas o centros productivos). Eso lo hacemos bien». Gracias, en gran parte, a que «desde hace dos años, tenemos un comité para analizar las oportunidades nuevas que surgen», sentencia.
Dentro de este proyecto de crecimiento, esta empresa, que tiene más de 3.500 trabajadores, de los que 1.000 están en España, prevé pasar de una facturación de alrededor de 350 millones de euros en 2022 (324 en 2021), a alcanzar los 700 millones en 2026-2027. Al respecto, el directivo de 40 años, que lleva desde los 25 en la empresa que fundó su padre hace tres décadas, destaca: «Estamos en muy buena disposición para que de aquí a cuatro años más que duplicar ventas».
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