La conferencia de Renault, Nissan y Mitsubishi celebrada hoy en Londres permite culminar el proceso de reestructuración de la Alianza, cuyas negociaciones iniciaron en 2022. Tras la aprobación en sus respectivos consejos de administración del preacuerdo alcanzado entre las dos primeras compañías, los fabricantes renuevan el marco de gobernanza de su cooperación, con una vigencia inicial de 15 años.
Además, presentaron múltiples proyectos en las regiones de América Latina, India y Europa. En esta última, destaca su anuncio de que impulsarán mayores sinergias en el área de la distribución para aumentar la rentabilidad de sus redes y reducir costes. Estas pasan por doblar el número de puntos de venta compartidos en determinados mercados en 2025; desarrollar estrategias comunes en el ámbito de los usados, la posventa y los servicios de financiación, gracias a la presencia de Mobilize Financial Services en el continente; y, en el caso de los dos socios mayoritarios, estudiar la creación conjunta de una red de recarga de eléctricos en sus concesionarios.
Así, pretenden llevar su colaboración más allá del automóvil para cubrir todo su ciclo de vida, incluyendo su final. En este sentido, el Grupo Renault y Nissan se comprometen a elegir las mismas empresas para el reciclaje y gestión de sus baterías y residuos productivos.
Nissan accederá a la FlexEVan
En cuanto a los proyectos de la Alianza en Europa relacionados con los productos, destaca el compromiso de la corporación del rombo para compartir con Nissan su gama FlexEVan, la furgoneta eléctrica que lanzará en 2026 como su primer Software-Defined Vehicle. Mientras, Mitsubishi aprovechará los activos del Clio y el Captur de la francesa para montar la próxima generación de sus ASX y Colt sobre la plataforma CMF-B, como ya hace para el primero de ellos, que se ensambla en la planta de Renault Valladolid.
Más allá del 2026, los dos socios mayoritarios estudiarán colaboraciones en los cero emisiones del segmento C, así como implantar una arquitectura común de 800 voltios para garantizar un tiempo de recarga eficaz. Esto se uniría al pacto publicado previamente para que la agrupación gala fabrique en su ElectriCity, sobre la CMF-BEV, el eléctrico del segmento B de Nissan a partir del mismo ejercicio.
Latinoamérica e India
Para Latinoamérica, la Alianza contempla cuatro proyectos diferentes. Los dos primeros están relacionados con las pick-up: por un lado, un modelo de media tonelada será desarrollado por el Grupo Renault y compartido con Nissan en Argentina; por otro, la de una tonelada se producirá en la fábrica de la compañía francesa en Córdoba, en el mismo país, para ambos socios, que la bautizan como Nissan Frontier y Renault Alaskan.
Mientras, a México regresará el ensamblaje del emblema del rombo 20 años después, pues una de las factorías de la japonesa montará un nuevo modelo para la gala, aunque no se han aportado más detalles ni sobre el vehículo ni sobre las instalaciones concretas. Por último, los dos miembros mayoritarios comercializarán sendos cero emisiones del segmento A, basados en la plataforma CMF-AEV, y de los que tampoco se sabe mucho más.
En cuanto a la India, en la conferencia de presentación de los proyectos el CEO del Grupo Renault, Luca de Meo, aseguró que su hoja de ruta conjunta «es la única posibilidad para nosotros y Nissan de permanecer de forma rentable en uno de los mercados más importantes del mundo». Esta pasa por compartir la gama a nivel doméstico y de exportaciones, incluyendo nuevos SUV y un modelo del emblema asiático derivado del Renault Triber. Asimismo, estudiarán replicar la estrategia de Latinoamérica en lo referente a vehículos eléctricos del segmento de menor tamaño.
Reestructuración de la Alianza
El nuevo marco de gobernanza de la Alianza supone la confirmación del proceso comunicado el pasado 30 de enero para reequilibrar el control del Grupo Renault y Nissan, el segundo de sus tres ejes. Por lo tanto, se refrenda la participación cruzada al 15% que ostentarán el uno sobre el otro, con derechos de voto para ambos, y la transferencia por parte del primero del 28,4% de acciones de los que debe desprenderse a un fideicomiso francés.
Sin embargo, hoy se han conocido algunos detalles más. Para empezar, los votos asociados a esas participaciones serán neutros en todos los casos, salvo al decidir sobre el nombramiento de consejeros de Nissan. Ahí, el signo dependerá de si son propuestos por Renault, en cuyo caso votarán lo que esta indique; si lo son por la japonesa, donde elegirá esta; o si lo son por parte de los accionistas y sin el beneplácito del Consejo de Administración de la nipona, situación en la que será una abstención.
Asimismo, la corporación asiática tendrá derecho a realizar siempre la primera oferta sobre ese 28,4% del fideicomiso, ya sea para su propia adquisición o en representación de un tercero que ella designe. Finalmente, se rescinde el acuerdo de gobernanza de 2016 entre el Grupo Renault y el Estado francés en relación a su participación en el fabricante, por lo que podrá ejercer libremente todos sus derechos de voto.
Ampere, otra de las claves
Finalmente, sobre el tercer y último eje del plan de reestructuración de la Alianza también hubo confirmación en el evento de Londres. Nissan invertirá «hasta un 15%» en Ampere, la división de vehículos eléctricos del Grupo Renault, y Mitsubishi estudiará igualmente entrar al accionariado, previsiblemente a través de un porcentaje menor. De hecho, el CEO de esta última, Takao Kato, afirmó que estaban explorando posibilidades de colaboración en Europa para su próximo automóvil propulsado con baterías, en las que sus compañeros de organización estaban entre las principales opciones.
Donde no entrarán a la estructura de propiedad será en la unidad para mecánicas térmicas e híbridas de la corporación del rombo, Horse, en la que se limitarán a formar parte de su cartera de clientes. La otra firma mayoritaria en esta, Geely, tampoco realizará el camino inverso y se mantendrá al margen de Ampere, ya que Nissan «no está interesada» en ello y en Renault aseguran que tienen «muy buena relación», pero «no estamos planeándolo».
La versión final de este acuerdo llegará a finales de este trimestre, una vez supere la burocracia habitual, y se espera que se cierre definitivamente durante el último cuarto del año.