El mercado chino es uno de los grandes objetivos de los fabricantes, al ser el que más operaciones genera en todo el mundo, pero también el que presenta una competencia más feroz, con multitud de marcas domésticas asentadas y restando ventas a las de Occidente. Ante esta situación, uno de estos emblemas europeos, Skoda, podría abandonar el país, según declaraciones de su CEO, Klaus Zellmer, a Automobilwoche: «Estudiaremos junto a nuestro socio en la joint venture de China cómo continuar». Y añadió que para «enfocar esfuerzos, merece la pena estudiar las posibilidades y decidir», en alusión a otra opción sobre la mesa, permanecer vendiendo únicamente vehículos importados —actualmente, los producen en las plantas de la sociedad conjunta del Grupo Volkswagen con SAIC en la nación—.
La enseña checa vendió 71.200 unidades en el país en 2021, para una cuota de mercado de tan solo el 0,6%. Al término del tercer trimestre de este año, sus entregas cayeron un 31% en comparación con el mismo periodo del curso anterior, hasta las 36.300. Además, su salida permitiría a su matriz centrar los esfuerzos en mejorar el rendimiento de la marca Volkswagen, que también está sufriendo ante la cantidad de competidores.
La hipotética retirada, sin embargo, no sería sino una vía para impulsar su expansión hacia otras regiones del continente. Skoda es responsable para el grupo de India, y el pasado octubre reconoció planes de…
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