La directora del Área Industrial y Medio Ambiente de la patronal de fabricantes de vehículos Anfac, Arancha García, ha puesto el acento en la necesidad de diversificar los mercados de exportación de los modelos que se fabrican en España, puesto que «el 70% se destina a centro Europa» y esas naciones, que asumían tradicionalmente nuestra producción, están modificado su modelo de movilidad, ha advertido.
En un foro organizado por la Fundación Repsol y la Fundación Corell, García ha recordado que nuestro país debe potenciar el valor de la fabricación especializándose en productos que tengan mayor valor añadido. Para ello, pidió formación, flexibilidad laboral y ayudas no solo para la I+D+i, sino también «para hierros», porque hay que renovarlos.
La responsable de los fabricantes ha recordado que la asociación está a favor de trabajar en la descarbonización, pero la cuestión es hacerlo de forma conveniente para lo que, por ejemplo, apostó por mejorar el Moves III, a la vez que recordó que la industria ha acogido muy favorablemente el Perte VEC, a pesar de las dificultades que ha planteado.
Por su parte, el responsable de Automoción de UGT-FICA, Jordi Carmona, ha alertado de que «el 99% del empleo eventual del sector se ha perdido», no solo por la transformación sino por la pandemia y la crisis de los semiconductores. Además, ha defendido que los puestos de trabajo que se destruya en esta industria en el futuro no se van a absorber por otros nuevos ecosistemas, a pesar de que se suela defender esta posición.
Una evaluación del empleo que se destruye antes de cada medida
Al respecto, aseveró que no va a ser posible formar a todos los trabajadores en ese proceso de reconversión industrial. Además, Carmona ha abogado porque cada vez que se tome una medida, ya sea a nivel europeo, estatal, autonómico o municipal se haga una evaluación de cuántas personas puedan quedarse en el paro y que se busquen fórmulas para que la repercusión, en ese camino necesario hacia la descarbonización, sea la menor posible.
Por ejemplo, abogó por analizar la posibilidad de aplicar los contratos relevo a partir de los 60 años, en lugar de los 61, y estudiar la implantación de la jornada de 32 horas semanales, con cuatro días de trabajo.
En otro ámbito, el director general de los proveedores de automoción Sernauto, José Portilla, ha vuelto a poner el acento sobre la diferencia del coste de la electricidad en España en comparación con Francia. En este sentido, ha remarcado que cuando el precio de la energía está en 55 euros en el país vecino en el nuestro se sitúa por encima de los 100.
Esta diferencia se hace sentir en la competitividad, a pesar del esfuerzo por ser más eficientes que están haciendo las más de mil empresas de componentes radicadas en España. Una competitividad que defienden invirtiendo más de un 4% de la facturación en innovación, tres veces más que la media industrial.
Europa no va a parar
De cara al futuro, Portilla ha subrayado que «Europa no va a ir marcha atrás porque haya países más lentos, por eso, necesitamos rapidez».
Por último, el nuevo director de Asunto Públicos y Jurídicos de Faconauto, José Ignacio Moya, ha sentenciado que los consumidores se dividen entre los que no saben qué comprar y los que no pueden hacerlo por problemas económicos.
En la misma línea, se ha mostrado bastante escéptico con la posibilidad de que se alcancen los tres millones de vehículos eléctricos —cinco sumando todas las modalidades— en 2030, como marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), teniendo en cuenta que en 2021 se matricularon 67.865 automóviles eléctricos e híbridos enchufables en España (82.999 entre todos los vehículos). Algo a lo que no ayuda que para instalar un punto de carga haga falta revisar las «ocho legislaciones» que le atañen.
