A fuego lento, así es como está gestionando el CEO de Renault, Luca de Meo, la separación de la compañía en dos divisiones, una para los vehículos térmicos e híbridos —internamente bautizada como Horse— y otra para los eléctricos puros —Ampere—. Desde que en febrero reconociera la posibilidad, han ocurrido sucesos inesperados que invitan a la cautela, como la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que desembocó en la venta de su unidad de negocio en el país dirigido por Putin, su segundo mayor mercado en volumen. Esto, unido a los difíciles años económicos de los que la francesa estaba recuperándose, hacen necesario que la operación funcione.
Como adelantó el número 622 de esta publicación, el plan de Renault era aliarse con otras empresas en la división de combustión, y ya entonces sonaba el nombre de Geely. Según informa Reuters, tanto la asiática como una petrolera —que Le Monde asegura que es Aramco—, están muy bien posicionadas para entrar en Horse, aunque aún no está cerrado. De acuerdo a estas informaciones, la corporación del rombo mantendría una participación minoritaria del 40% —seguiría siendo accionista principal—, la china se haría con otro 40% y el 20% restante quedaría en manos de la firma de Arabia Saudí. El reparto dejaría fuera a Nissan, que finalmente no participaría en el área de térmicos de su socia en la Alianza como parecía en las fases iniciales, acentuando el distanciamiento entre ambas.
En Ampere, Renault pretende...
CONTENIDO EXCLUSIVO PARA SUSCRIPTORES
Accede al artículo completo adquiriendo la edición digital de La Tribuna de Automoción o suscríbete al periódico durante un año para tener acceso a todos los contenidos. Si ya eres suscriptor, utiliza tus claves para disfrutar de la mejor información del sector.