El Grupo Volkswagen está analizando, en estos momentos, un nuevo proyecto industrial para España, que consistiría en implantar producción de mazos de cable para los vehículos del consorcio, según han informado a La Tribuna de Automoción varias fuentes del sector conocedoras de los planes del fabricante, que destacan que «hay muchas posibilidades de que se haga realidad» la inversión.
Para desarrollar esta actividad, la autonomía mejor posicionada sería Extremadura, tal y como adelantó OK Diario el pasado 9 de julio en una información en la que se señalaba que la corporación germana estaba buscando terrenos. No obstante, la segunda opción que estaría encima de la mesa es Andalucía.
El plan que se está valorando supondría trasladar a la península fabricación de cables que realiza el proveedor japonés Fujikura para el grupo en Marruecos, donde cuenta con dos factorías —una en Tánger y otra en Kenitra—, que han asumido temporalmente la carga de trabajo que hacían sus instalaciones en territorio ucraniano a raíz del estallido de la guerra.
Este traspaso se traduciría en la puesta en funcionamiento de una fábrica en España con una plantilla «de alrededor de 2.000 operarios», según declaran fuentes del sector a esta publicación. La elevada necesidad de personal responde a que para producir cableado se requiere mucha mano de obra y que la robotización de los procesos resulta más complicada, unos factores que hicieron que las empresas dedicadas a ello deslocalizaran sus centros de trabajo a países con salarios más bajos.
Desde el Grupo VW, no obstante, están buscando la manera de reducir el número de efectivos, de modo que están estudiando «introducir un mayor nivel de automatización». Asimismo, y para avanzar el proyecto, se está analizando qué convenio colectivo se aplicaría a los trabajadores para calcular los costes laborales.
Una fuerte inversión para la planta de cableado
La implantación de la fábrica conllevaría «un desembolso elevado», por lo que todo apunta que sería el proveedor el que lo asumiría, puesto que el constructor alemán, con Seat liderando en España la transición hacia la electromovilidad, no querría engrosar más su fuerte estrategia inversora para los próximos años.
Esta publicación ha contactado con la compañía española para confirmar la información publicada y fuentes de la misma no han hecho ningún comentario al respecto.
El escenario de recurrir a un tercero cobra sentido, y es que la marca comandada por Wayne Griffiths, con el ensamblaje de los battery pack para los coches eléctricos que se montarán en Martorell y Landaben, primero consideró hacerlo internamente, aunque luego optó por externalizarlo. Este encargo lo recibiría Gestamp, como informó este medio el 29 de abril.
Pese a todo, fuentes del sector señalan que todas las opciones en cuanto a la propiedad del centro están abiertas, así como con los destinos de la producción de cables, que, aparte de las factorías peninsulares del consorcio, serían otras europeas.
La decisión de realizar el traslado de actividad no es reciente, sino que se remonta al momento en que Seat confeccionó su propuesta Future Fast Forward (F3) para el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), según indican fuentes del sector. Así, para la puesta en marcha se podría contar con respaldo público, a lo que habría que añadir que se esperan también fondos regionales comunitarios por el hecho de ubicarse la planta en Extremadura.
Los cables: de la deslocalización a una pieza estratégica
El Grupo VW está impulsando este proyecto, que implica llevar la actividad a un mercado maduro y con menor riesgo geopolítico, porque se ha dado cuenta de lo estratégico que son los cables en el proceso de producción a raíz de la guerra en Ucrania, que le ocasionó una disrupción en su suministro que provocó la parada de varias de sus fábricas. Asimismo, resulta fundamental que su producción se lleve a cabo con los mayores estándares de calidad, ya que cualquier problema con el componente hace que, una vez ensamblado el coche, se tenga que desmontar nuevamente.
Según indican a La Tribuna de Automoción fuentes del sector, el constructor alemán ya habrá resuelto, muy probablemente, sus análisis a finales de este año, estando en condiciones de decidir si opta o no por aprobar el traslado de la fabricación.