El presidente del Comité Ejecutivo de Seat, Wayne Griffiths, ha declarado que «por supuesto» quiere que la fábrica de Martorell (Barcelona) produzca en el futuro más modelos eléctricos que los contemplados en el proyecto Future Fast Forward (F3), que serían el Cupra UrbanRebel y el VW ID.2 en el segundo semestre de 2025 y otro urbano de Skoda en 2027, con un potencial de fabricación en la parte final de la década de alrededor de 500.000 unidades.
«La planta tiene mucha capacidad y voy a luchar por traer más proyectos, pero para ello tenemos que ser competitivos», explicó ayer en una mesa redonda con prensa en el marco de un evento de la firma de altas prestaciones del fabricante en el autódromo de Terramar en Sitges, en el que se desveló la hoja de ruta hasta 2025.
A pesar de esta intención, y de que «hay conversaciones» en el seno del Grupo VW en estos momentos, el ejecutivo británico matizó que esta cuestión no se tiene que resolver por ahora, una posición que choca con las demandas de UGT y CCOO en las negociaciones del convenio colectivo sobre la necesidad de vincular la firma del acuerdo a la adjudicación de una segunda plataforma eléctrica, que sería la que daría continuidad a los modelos del tamaño del León y Formentor en 2027 o 2028. Con este encargo, los sindicatos indican que la compañía evitaría cualquier excedente de plantilla y tendría asegurada su rentabilidad sin realizar reestructuraciones.
Griffiths comentó que actualmente «no hay espacio» en Martorell, porque en la línea 2 se seguirán ensamblando el León y Formentor más allá de 2025, lo que sucederá igualmente con el Audi A1, un modelo que podría tener continuidad hasta 2027, según informan a La Tribuna de Automoción fuentes del sector.
Los coches urbanos del programa F3 se empezarán a producir en la línea 1, que cerrará entre 2024 y 2025 más de un año –el Ibiza y Arona entonces pasarán por la 3 con el turismo de la firma alemana—para realizar las correspondientes adaptaciones. En una segunda fase, se implementarán obras en esta última cadena de montaje para ampliar la capacidad productiva de los automóviles cero emisiones.
«Lo importante es tener el coche eléctrico, y eso ya lo tenemos. Sobre esta base hay que trabajar para tener más», puntualizó el presidente, añadiendo que la asignación «dependerá de que la marca Cupra tenga éxito en el futuro, y esto lo estamos demostrando».
En su opinión, «hay que ir poco a poco», puesto que «si intentas hacer todo de golpe no haces nada». Y, como precisó, ahora la empresa tiene abiertos unos frentes muy relevantes, como «abordar su transformación a la electrificación, el desarrollo de Cupra y su internacionalización». Sobre este último punto, aclaró que la intención es que sea «una de las pocas marcas españolas en el mundo». «Hablamos de ir a Estados Unidos y otros mercados», sentenció.
El sorpasso de Cupra a Seat en 2023
En cuanto a los resultados económicos de Cupra, el directivo expuso que, si este año se hace realidad el objetivo de doblar la cifra de ventas y de facturación, llegando a cerca de 160.000 unidades y más de 5.000 millones de euros, respectivamente, la nueva enseña del grupo –nació en febrero de 2018— acaparará «un 40% del volumen total de la compañía y probablemente un 50% de la cifra de negocio». «Estamos llegando a un punto de equilibrio entre las dos marcas», aseveró.
Para 2023, aunque habló de que será un ejercicio más «estable» en relación a la progresión, pronosticó que la firma de gama alta superará a Seat en generación de ingresos. Por su parte, en 2024 y 2025, con la llegada a la gama del Terramar, el Tavascan y el UrbanRebel, el constructor estima volver a sus registros de doblar sus resultados, lo que le conducirá a unas entregas dentro de tres años de 500.000 unidades, que reportarán más de 15.000 millones de euros de facturación. Para entonces, además, la meta es registrar «un margen operativo del 5%».
Preguntado por la continuidad de Seat como enseña con una gama de coches en el mercado más allá de 2027-2028 –en esa fecha, finalizaría el ciclo de vida de sus productos–, apuntó que las transformaciones en las que están embarcados «no quieren decir que vamos a sacrificarla». «Seguirá con vehículos», remachó, justificando que el refuerzo de la firma española en los últimos años ha sido muy grande «con muchas inversiones, como la de la familia del León por encima de los 1.000 millones».
