El nuevo Perte de semiconductores, que anunció el presidente del Gobierno el 4 de abril con una dotación de 11.000 millones de euros, no va a tener un despliegue tan rápido como adelantó Pedro Sánchez, toda vez que su estado de desarrollo es todavía incipiente, según informan a La Tribuna de Automoción fuentes del sector, que precisan que, en estos momentos, el Ministerio de Asuntos Económicos está redactando la memoria descriptiva con la previsión de que se pueda publicar “antes de junio”.
Una vez redactada la estructura de este nuevo proyecto estratégico, en el que Industria también va a jugar un papel relevante de apoyo y colaboración, tendrá lugar su aprobación en Consejo de Ministros. A partir de ahí, no debería demorarse mucho la publicación de la orden de bases, teniendo en cuenta la gran experiencia que atesora el Ejecutivo con este tipo de iniciativas respaldadas con fondos europeos, después de que se hayan validado otras nueve, la primera la del vehículo eléctrico y conectado.
El primer capítulo de ejecución del Perte consistirá en la asignación de los 480 millones de euros que el departamento encabezado por Reyes Maroto había reservado para dar soporte a los 11 proyectos españoles de 10 entidades que van a participar en el segundo Ipcei de microelectrónica, encuadrado en la Ley Europea de Chips, presentada en febrero.
Fuentes del sector explican que estas propuestas “ya están siendo evaluadas” por Bruselas y se espera una respuesta “entre mayo y junio”. A partir de ahí, se realizará una concesión directa del dinero, probablemente sin necesidad de lanzar una convocatoria.
El origen del presupuesto del Perte de chips
Aparte de los mencionados 480 millones, el resto de la dotación del programa para llegar a los 11.000 millones públicos provendrá, por un lado, de una parte de los cerca de 6.000 millones adicionales en subvenciones que recibirá España en el segundo semestre por una corrección estadística. Inicialmente, a nuestro país le correspondían en su plan de recuperación posCovid 70.000 millones en ayudas a fondo perdido.
Y, por otro, de reservar una porción de los 70.000 millones en préstamos asignados dentro del mismo marco de apoyo comunitario a la economía española entre 2021 y 2027. En este caso, el Estado puede emplearlos para iniciativas de financiación o, incluso, para incentivos directos a las compañías, en cuyo caso contabilizarían como déficit.
Con las partidas que se movilicen, todavía no está claro el número de convocatorias y la tipología de las mismas que se aprobarán en el Perte de los chips, de acuerdo con fuentes sectoriales, que destacan que uno de los objetivos centrales del Gobierno con él es que se puedan “atraer actividades de electrónica de consumo que se marcharon en los años 90 y que ahora se está planteando que vuelvan a situarse en Europa”.
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