La fábrica de Iveco en Madrid detendrá su producción del 4 al 8 de abril ante la escasez de componentes que afecta a toda la industria. Por ello, juntando los días de Semana Santa, la factoría permanecerá cerrada del 2 al 17, ambas jornadas inclusive, según ha podido saber La Tribuna de Automoción de fuentes del sector.
Estos cinco días en los que no se ensamblarán camiones afectarán también a la división de pesados de la fábrica de la marca italiana en Valladolid, donde se fabrican las cabinas de los industriales que se envían al centro de la capital. Sin embargo, la actividad de la Daily se mantendrá con 71 unidades por turno.
Las plantas de Iveco en España han sido las que menos afectación han tenido durante toda la crisis de los semiconductores y de otras materias primas como el acero y el aluminio, si bien durante este marzo han tenido que reducir las aspiraciones con las que habían empezado el mes, desconvocando los tres sábados productivos en Madrid (12, 19 y 26), aunque se ha mantenido el trabajo en acabado y completado de vehículos.
Reducción del equilibrado
Asimismo, desde el 28 de marzo el equilibrado diario ha vuelto a las 146 unidades que había mantenido en los últimos tiempos, después de que en las primeras semanas del mes hubiera alcanzado las 150, a razón de 75 en cada uno de los dos turnos.
Los paros se asumirán con flexibilidad ya que no hay un ERTE activo, después de que la empresa suspendiera tres meses antes de su fin . Sin embargo, el reparto de las horas es muy desigual y, mientras que hay operarios que adeudan mucho tiempo a la empresa, hay otros que han hecho un exceso de horas extras.
Por este motivo, la multinacional fue sancionada el 11 de marzo, por parte de la inspección de trabajo de la Comunidad de Madrid, después de una denuncia de CGT, en la que acusaban a Iveco de incumplir el artículo 35 del Estatuto de los Trabajadores, que limita el número anual máximo por trabajador de este tiempo suplementario.
Además, Valladolid paró el 23 de marzo a consecuencia de la huelga de transportes, unas movilizaciones que tampoco han salpicado en exceso a las factorías de la compañía transalpina.