La entidad financiera presentó hoy la última edición del Observatorio Cetelem en el que analiza la intención de compra del sector del automóvil, moto y el caravaning. Y, de entre los datos esgrimidos, destaca que, ante la falta de suministro de vehículos, el 49% de los interesados en adquirir un coche esperará a la normalización de la fabricación para disponer de la marca y el modelo deseado.
Sin embargo, el 33% reseña que buscará otras opciones en firmas que tengan disponibilidad inmediata, el 11% se pasará al mercado de VO y el 6% optará por el carsharing. Por su parte, de los que iban a comprar en el último ejercicio, el 64% decidió esperar a que llegara el modelo que querían, el 17% no esperó y se llevó un VO mientras que el 15% se hizo con una unidad en stock. De hecho, hasta el 53% de los cuestionados admiten haber tenido problemas para poder encontrar el automóvil que buscaban inicialmente.
Además, ante el alza del precio de los carburantes y la electricidad, entre los interesados en un motor térmico, el 43% apunta a que cambiaría su opción por otro tipo de mecánica, el 32% paralizaría la operación hasta que la situación mejore, el 20% seguiría sin mayor problema, mientras que el 4% dejaría de estar interesado en adquirir y se pasaría al carsharing. En cuanto a los que buscan un híbrido enchufable o un eléctrico, el 46% paralizaría la firma, el 21% cambiaría de opción motora, el 26% seguiría el procedimiento y el 7% se pasaría al alquiler por horas.
El precio, principal variable en la decisión de compra
El 75% (crece tres puntos porcentuales con el último estudio) de los encuestados que quieren hacerse con un coche en los próximos 12 meses tomará su decisión en base a la relación calidad-precio seguido de la duración (67%) o la funcionalidad (59%,). Por su parte, el respeto por el medio ambiente queda relegado al sexto lugar, esgrimido solo por el 25% de los encuestados, una cifra que crece un punto porcentual con respecto a la edición del año pasado.
Además, el estudio vuelve a mostrar la disparidad de la intención de compra, lo que le gustaría al público con lo que termina haciendo pues, según señala el mismo análisis, el 80% querría hacerse con uno nuevo, mientras que solo el 20% comienza su búsqueda en el mercado de VO, y eso en un país donde se venden 2,3 usados por cada VN, algo que durante la presentación se dijo que «al final uno desea una cosa, pero termina haciendo otra». Por su parte, el presupuesto sería de 21.955 euros para uno a estrenar y de 11.448 euros para uno de segunda mano.
Por otro lado, en cuanto a las mecánicas, el 40% se llevaría un híbrido, el 22% un diesel, los mismos que un gasolina y el 15% un eléctrico, un ratio que crece cinco puntos porcentuales y para el que tendrían un presupuesto medio de 28.259 euros. El resto, un 2%, se quedaría un modelo a gas.
Pero queda mucho para terminar de convencer a la población para que firmen un sin emisiones: el 66% los considera demasiado caros, mientras que el 55% alude a su insuficiente autonomía, el 41% a la falta de infraestructuras para la carga, el 36% a que requiere de demasiado tiempo de conexión y el 25% prefieren otro tipo de mecánicas.
Concesionario, el lugar preferido para la compra
De los que afirman haber comprado en el último año, el 26% apunta que se hizo con un coche nuevo (con un gasto de 22.673 euros) y el 24% uno de ocasión (10.073 euros). Además, el 45% señala que acudió a un concesionario monomarca, el 25% en uno multimarca y el 15% en un compraventa de segunda mano.
A esto suman que hasta el 88% se informa primero en Internet y que hasta el 41% basa su decisión en los comentarios que aquí encuentra, mientras que el 26% lo hace por los consejos de amigos y el 23% por los del vendedor.
En cuanto al uso de internet, el 59% se fija en las webs de los propios fabricantes, el 50% en los medios digitales especializados y el 41% en los buscadores en general, mientras que el 38% analiza en las páginas de los concesionarios.