El Grupo VW y Seat han anunciado que van a presentar en la próximas semanas, una vez se abra la ventanilla del Perte VEC el 1 de abril, una solicitud para llevar a cabo en España su proyecto Future Fast Forward (F3), consistente en la producción de la familia de coches eléctricos pequeños del consorcio alemán en las factorías de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra).
En caso de que la compañía reciba apoyo público a su plan industrial, el constructor ha adelantado que movilizará junto a sus proveedores más de 7.000 millones de euros, la que será la mayor inversión industrial de la historia del país. En este montante, se incluyen los fondos que destinarán para implantar una fábrica de baterías, cuya ubicación se ha comunicado que será en Sagunto (Valencia), tal y como adelantó esta publicación.
Aunque para la construcción de estas instalaciones la empresa no ha detallado la cuantía que reservará, fuentes del sector informaron a este medio que rondaría los 3.000 millones, de los cuales se espera que en torno a 500 correspondan al Perte. Este centro contará con una capacidad máxima de 40 GWh y dará empleo cuando esté a pleno rendimiento a más de 3.000 trabajadores. El inicio de su actividad será en 2026, para lo cual las obras arrancarán a finales del presente ejercicio.
El encargado de ofrecer todos estos detalles ha sido el presidente del Consejo de Administración de Seat SA y miembro del Consejo de Administración de Volkswagen AG, responsable de Tecnología, Thomas Schmall, que ha subrayado que para la elección final de la localización, a la que optaban también Extremadura y Aragón, han analizado más de 100 criterios, entre ellos las conexiones logísticas y las infraestructuras.
Seat no ha querido desvelar por el momento con qué socios pondrá en marcha la factoría de pilas --para nuevas concreciones emplaza a la presentación que haga de su proyecto en el Perte--, sin embargo, su presidente ejecutivo, Wayne Griffiths, ha indicado que “seguramente habrá varios”. En este sentido, y después de ver “las limitaciones de capacidad” que podrían tener y las necesidades productivas que absorberán los modelos urbanos cero emisiones, no descartó que se pueda trabajar con otros fabricantes de vehículos. Una opción que estaría encima de la mesa es que Ford Almussafes fuese cliente, como avanzó esta publicación.
Efecto positivo en empleo
Con el plan inversor de 7.000 millones, de los cuales más de 3.000 millones serían para electrificar Martorell –se espera que arranque la fabricación de los nuevos modelos en 2025, entre ellos uno para VW, otro para Skoda y otro para Cupra--, como apuntó Griffiths, el consorcio ha asegurado que “el efecto general en el empleo será positivo a pesar de los tiempos más cortos que supone la fabricación de automóviles eléctricos”, según Schmall, que reclamó a la plantilla la necesidad de mayor flexibilidad para introducir cambios en sus puestos de trabajo.
Este posicionamiento se refiere a que el balance laboral del conjunto de las operaciones que se desarrollen no implicará pérdida de efectivos, y es que el posible excedente de hasta 2.800 trabajadores que ha anunciado Seat en el marco de las negociaciones del convenio colectivo, el cual pretende minimizar lo más posible, se compensaría con el personal de nueva creación que se requeriría con la fábrica de baterías.
Además del montaje de modelos cero emisiones en el centro catalán, el Grupo VW también ha hecho partícipe a Landaben (Navarra) del plan F3 y todo apunta a que se dedicará a producir dos SUV eléctricos de VW y Skoda a partir de 2026 y 2027, respectivamente.
Dos años en pérdidas
En relación a la cuenta de resultados, Seat finalizó, aplicando el régimen contable español, con unas pérdidas netas de 256,3 millones de euros en 2021, las segundas consecutivas después de que en 2020 se situasen en 194,2 millones. El presidente de la compañía, Wayne Griffiths, explicó que el pasado ejercicio no fue “el que habían esperado y que la falta de chips les había impedido alcanzar la recuperación prevista”, al fabricar un 25% menos de lo proyectado y no poder satisfacer “la alta demanda” que registran.
A diferencia de otras firmas del Grupo VW, Seat y Cupra mejoraron sus entregas a clientes un 10,3%, hasta las 470.531. Con ello, su cifra de negocio se colocó con 9.256,5 millones de euros, un 5,4% más, de los cuales casi 2.200 correspondieron a la nueva marca, frente a los 932 de un curso antes.
El aumento de los números rojos tiene que ver también, como aclaró el vicepresidente de Finanzas e IT de SEAT, David Powels, con el hecho de que el año pasado no recibieron dividendos de dos de sus sociedades consolidadas, VW Navarra y VW Group Distribución, que en 2020 inyectaron 98 millones.
Más allá del resultado después de impuestos, en el fabricante quieren destacar los progresos importantes que tuvieron, aparte de en la facturación, en el ebitda, que creció un 77% hasta los 278 millones; en la liquidez neta que, aun estando en negativo con 289 millones, mejoró un 21,5%; y en el capítulo de inversiones y gastos en I+D, que se incrementó un 7%, hasta 905 millones.
De cara a 2022, Powels declaró que será el año del retorno a la rentabilidad, mientras que Griffiths destacó que están “trabajando denodadamente en aumentar la competitividad, en conseguir más beneficio, mejorando el mix de producto; en reducir el umbral para alcanzar las ganancias y en ampliar las sinergias con el grupo”. Una de las prioridades será consolidar el crecimiento de Cupra, con la que esperan doblar su cifra de negocio, si el contexto de escasez de piezas lo permite, hasta más de 5.000 millones, cosechando alrededor de 160.000 ventas.
Sobre el plan de producto de esta enseña, el presidente detalló que de los dos modelos adicionales que se lanzarán aparte del Tavascan y del Urban Rebel hasta 2025 y que fueron desvelados en el acto de celebración del cuarto aniversario, uno de ellos será un nuevo SUV, con propulsiones mild hybrid e híbrida enchufable –con autonomía eléctrica de 100 km--, que se fabricará en Hungría desde 2024.