El Proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) del vehículo eléctrico y conectado, autorizado por Bruselas el 9 de diciembre, que está pendiente aún de que se aprueben las bases y se publique la convocatoria por parte del Gobierno español, incluirá a los híbridos enchufables que se fabriquen sobre una plataforma de un coche eléctrico, según ha podido saber La Tribuna de Automoción.
Esta cuestión, que era una de las principales reivindicaciones del sector, —particularmente del responsable industrial mundial del Grupo Renault y todavía presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos—, aún tendrá que articularse en la letra pequeña del programa de ayudas, que podría incluir porcentajes de fabricación de cada tipo de tecnología.
No será necesaria una gigafactoría para beneficiarse del Perte
Otro cambio que ha experimentado el Perte VEC, respecto a su diseño original, es que no será necesario fabricar la batería desde cero en una gigafactoría, sino que servirá con realizar el llamado battery pack, —consiste en juntar las celdas y añadirle la carcasa exterior—, según declaró el secretario general de Industria y de la Pyme, Raül Blanco, en una entrevista con este medio, publicada en la edición de la segunda quincena de diciembre.
Esta modificación, según Blanco, se ha realizado «para garantizar que todos los fabricantes puedan estar presentes porque el programa es una convocatoria en concurrencia competitiva, por lo que esperamos que se presenten muchos proyectos asociados a varios constructores»
No obstante, el número dos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, aclaró que «evidentemente, una gigafactoría, que requiere una intensidad en inversión mayor, tendrá más puntos»
Se incrementa el límite de las ayudas un 50%
Una adaptación que también es de gran calado y por la que la cartera de Reyes Matoro ha tenido que pelear duro en Bruselas es la de flexibilizar el reglamento de exención por categorías de la UE, que limita el porcentaje de los incentivos y el máximo de subvención que puede recibir una empresa.
En este capítulo, la Comisión Europea «ha autorizado incrementar el 50% el tope de ayudas, manteniendo los porcentajes», lo que quiere decir que «por ejemplo, si en I+D le puedes aplicar un 15% de ayuda y había un límite de 7,5 millones por proyecto, ahora puedes llegar a 11,25 millones, un 50% más», aclara Raül Blanco.
El programa, que estará dotado 2.975 millones de euros, de los que algo más del 50% son ayudas a fondo perdido y el resto para créditos en condiciones ventajosas, mantiene el resto de condicionantes anunciados inicialmente.
Esto es ser una iniciativa que implique al menos a cinco empresas (de las que el 40% tendrán que ser pymes), tener impacto en un mínimo de dos comunidades autónomas, que haya un centro dedicado al I+D+i, estar ligado a la producción de battery pack (anteriormente a una gigafactoría) y a una nueva línea de vehículo eléctrico o adaptación de las existentes.
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