La dirección de la fábrica de Stellantis Zaragoza ha decidido suspender indefinidamente desde el 4 de octubre el turno de noche de la Línea 2, en la que se monta el Opel Corsa, ante la falta de chips. Los paros en esta cadena se suman a los que ya se ejecutaron en el tercer equipo de trabajo en el sistema 1 (Opel Crossland X y Citroën C3 Aircross) desde el 29 de abril de este año, según ha podido saber La Tribuna de Automoción de fuentes del sector.
Fuentes de la compañía han destacado que esta situación no supondrá hacer menos coches, puesto que se ensamblarán el máximo de vehículos que permita el suministro de semiconductores, pero será necesario desactivar menos días de trabajo al repartirse la producción entre 16 horas, en lugar de entre 24.
Tampoco será necesario aprobar un nuevo ERTE, si no que se podrá afrontar con el ya aprobado de 80 días hasta final del ejercicio —el de oficinas es de 50—. No obstante, sí que se va a abrir un periodo de 15 días para negociar cuál es la mejor solución, que podría incluir el desplazamiento temporal de trabajadores a plantas que están en pleno lanzamiento como la de Stellantis Madrid.
La suspensión del turno de noche de la Línea 2 supone un excedente temporal de unos 600 operarios, pero las medidas se aplicarán de forma rotativa, por lo que no solo afectarán a este colectivo.
La crisis de los chips no solo ha sacudido a Stellantis Zaragoza, sino a todo el sector y, en concreto, a las factorías españolas, que desde la vuelta de vacaciones, han tenido que parar prácticamente en su totalidad, con la excepción de Stellantis Madrid y las de Iveco Barajas y Valladolid, aunque las de la marca italiana lo harán precisamente mañana.