El Grupo Volkswagen sigue definiendo con precisión los nichos que ocupan las marcas de su porfolio. En el caso de Skoda, el fabricante checo tiene la responsabilidad de hacerse con los mercados ruso, indio y del norte de África, donde quiere convertirse en el constructor europeo que lidere esos entornos.
Así lo puso de manifiesto su consejero delegado, Thomas Schäfer, en la presentación de la estrategia Next 2030. En ella, además, se fijaron los ambiciosos objetivos de entrar en el top cinco de ventas en la Unión Europea en ese horizonte temporal. Según datos de la asociación de fabricantes del Viejo Continente, ACEA, en el acumulado de 2021 ostentan la séptima posición.
La clasificación actual está liderada por Volkswagen; mientras que Peugeot, Toyota, BMW, Mercedes-Benz y Renault están todavía por delante de Skoda.
Además de subir posiciones, Schäfer afirmó que querían que hasta un 70% de sus matriculaciones fueran vehículos cero emisiones, «aunque el ratio depende del grado de aceptación que tengan estos vehículos en cada país».
Para alcanzar sus metas, la marca pretende «consolidar el segmento de entrada, ofreciendo el Fabia por debajo del mágico umbral de 14.000 euros en algunos mercados», así como lanzar tres nuevos modelos 100% eléctricos con un tamaño y precio inferior al actual Enyaq iV, el primer SUV de este tipo que lanzaron al mercado en 2021.
Por otra parte, haciendo referencia a la comercialización online que está impulsando el consorcio alemán, estiman que un 20% de sus ventas provengan de los concesionarios virtuales en 2025. Hoy algunos países de la UE, como Bélgica u Holanda ya cuentan con esta posibilidad.
En cuanto a la sostenibilidad, Skoda se ha marcado como objetivo reducir un 50% sus emisiones de CO2 provenientes de su flota en 2030 (en comparación con 2020); hacer que sus fábricas en República Checa e India alcancen la neutralidad de carbono y convertir su país en un «hub de electromovilidad» que ensamble baterías para el resto del Grupo Volkswagen.
