La tercera reunión de la Mesa Negociadora del nuevo convenio colectivo de Renault en España, celebrada esta mañana, ha dejado un claro desencuentro entre la empresa y los sindicatos, poniendo el proceso en suspenso. Según informan fuentes sindicales, las cinco organizaciones del Comité, UGT, CCOO, SCP-CCP, CGT y TU, han trasladado a la compañía que no participarán en nuevos encuentros hasta que se les informe de las adjudicaciones de productos que podrían llegar a los centros españoles en caso de alcanzar un acuerdo laboral, una postura que consensuaron en un receso de unos minutos.
Precisamente, este punto fue establecido como línea roja en la plataforma que entregaron las centrales al constructor en la cita precedente, una propuesta que contenía más de 190 medidas y que su enfoque iba en dirección contraria del planteado por la marca. Esta oferta, que ya fue calificada como “preocupante” por el consorcio cuando se la presentaron, ha sido analizada en detalle, y bloque por bloque, en la reunión de hoy por la dirección, que ha subrayado que su implantación impactaría muy negativamente en la competitividad de las plantas para garantizar su futuro, suponiendo, por ejemplo, un aumento del 56% de la masa salarial.
Renault ha insistido en que primero es fundamental pactar el convenio, para mejorar el posicionamiento de España de cara al próximo reparto de inversiones que tiene previsto realizar el constructor dentro del plan de reestructuración en el que está trabajando el nuevo CEO, Luca de Meo, llamado Renaulution, y que se comunicará el próximo mes de enero.
Pese a ello, los representantes de la plantilla se niegan a seguir esta hoja de ruta y avisan de que solo se sentarán a negociar si se vuelve al esquema de trabajo de los dos programas industriales anteriores, en los que inicialmente se informaba de todas las inversiones que se recibirían.
Ante esta posición, la compañía, en un comunicado, da por aplazada la negociación hasta la presentación del plan estratégico, aunque hizo un llamamiento a la responsabilidad de los sindicatos advirtiendo de que se compromete el futuro de los centros españoles si no se llega a un acuerdo antes de las adjudicaciones.