Adrián Vega / Madrid
Volvo producirá a partir de 2021 la segunda generación del todoterreno ligero XC90 en su nueva planta de fabricación de Charleston, Carolina del Sur. Esto supondrá una inversión total de 935 millones de euros y generará 1.900 empleos nuevos en la primera planta estadounidense del grupo sueco, que hasta ahora había anunciado la fabricación del sedán S60 para otoño de 2018.
El fabricante afianza con esta decisión su estrategia global de ‘construir donde se vende‘, ya que el XC90 ha revitalizado las ventas de Volvo en Estados Unidos, principal mercado para este SUV, donde ha pasado de las 56.000 unidades vendidas en 2014 a las casi 83.000 en 2016. “Esta expansión demuestra el compromiso con el mercado estadounidense”, asegura Håkan Samuelsson, presidente y CEO de Volvo. “La planta de Charleston servirá tanto al mercado norteamericano como a los mercados internacionales y constituye una base sólida para el futuro crecimiento en el mercado de Estados Unidos”.
Volvo Cars anunció en mayo de 2015 que la primera planta en Estados Unidos se situaría en Charleston. La factoría de Carolina del Sur se impuso a otros posibles emplazamientos por el fácil acceso a puertos internacionales e infraestructuras y por poseer mano de obra cualificada, experiencia en el sector de la alta tecnología y un entorno inversor propenso.
La expansión de la planta de Charleston se suma a las dos factorías que el grupo tiene en Europa y las dos (que serán próximamente tres) que mantiene en China desde que fuera adquirido por Geely en 2010.