Pablo M. Ballesteros / La Toja (Pontevedra)
Los cambios exteriores del rediseño del Citroën C4 Picasso y Grand C4 Picasso, tal vez pasen desapercibidos para el público en general, reconoce el director general de Citroën y DS para España y Portugal, Pablo Puey. Sin embargo, aclara, las modificaciones en el interior, sobre todo en materia de seguridad vial y tecnología, son muy notables, en comparación con el modelo que se lanzó en 2013 y que representó a la segunda generación de este monovolumen.
Entre los nuevos dispositivos hay que subrayar el indicador de cambio involuntario de carril cuya función es reconducir a la senda adecuada; la vigilancia automática del ángulo muerto, que además ofrece resistencia cuando se va a girar y el sistema de reconocimiento de señales, que ajusta la velocidad a la legal; la frenada de emergencia –entre 5 y 30 km/h, la que detiene el vehículo a cualquier velocidad, llegará en noviembre, desde el segundo nivel de acabado–.
A todo ello, hay que añadir el navegador 3D que permite conocer el tráfico en tiempo real, buscar destinos con la voz, localizar hasta que gasolinera se podría llegar con el combustible disponible cuando se está en reserva.
En relación a las motorizaciones, las opciones crecen gracias a que Citroën introduce la posibilidad de combinar el motor de gasolina PureTech de 130 CV con la caja de cambios automática EAT6, cuyas levas van en el volante. Con esta alineación el consumo en ciclo mixto sería de 5,1 litros y las emisiones de CO2 de 115 g/km.
Además, mantiene las versiones gasolina de 110 (no está disponible para la versión Grand C4 Picasso y tampoco se puede comprar con caja automática), de 130 con cambios manuales de 6 velocidades y de 165 CV, sólo para el acabado Shine y la caja automática. En diésel, ofrece propulsores de 100, 120 y 150 CV, aunque sólo los dos últimos están disponibles en la versión Shine y con caja automática.
El grado de acabados van desde el más sencillo, denominado Live, al más completo, el Shine, pasando por el Feel.
Techo bitono
Estéticamente hay que destacar el nuevo frontal que, además, es común a la versión de cinco plazas y de siete. Como principal novedad el logo crece llegando hasta los extremos de la parte delantera y rodeando los faros de luz diurna con un marco cromado, en la parte trasera equipa luces con efecto 3D y los chevrones que definen el logo de la marca, ahora son negros con las líneas cromadas.
En la versión de cinco plazas, otra novedad es la posibilidad de adquirir un coche bitono con el techo y los espejos negros. En la de siete, se añade el color plata para las barras superiores, en ambos modelos se ha renovado también el diseño de las llantas. También ha crecido la gama de colores tres nuevos tonos de azul, beige y gris.
Asimismo, Citroën oferta cuatro tipos de acabados para el interior: deportivo; funcional; serenidad y confort y elegante.
Objetivo: liquidar al viejo
Desde julio ya se pueden hacer pedidos del nuevo C4 Picasso, aunque no estará disponible en los concesionarios hasta mediados de septiembre. La versión antigua convivirá con la nueva hasta que se agote el stock. A pesar de que el precio de partida de la reedición es de entre 800 y 1.000 euros inferior a su predecesora, Citroën lanzará una campaña promocional para dar salida al modelo anterior, según Jaime Álvarez-Montalvo, jefe de producto del segmento C de la marca de los dos chevrones
En cuanto a las ventas en España, la marca francesa tiene una previsión de 15.000 unidades para este ejercicio –entre el modelo anterior y el nuevo– y de 16.000 para 2017, en sus versiones de cinco y siete plazas, lo que supondría alrededor de un 22% de las ventas del fabricante, teniendo en cuenta los cálculos de Pablo Puey que pronostica que matricularán alrededor de 86.000 unidades, de las que 68.000 serán automóviles.
Además, el ejecutivo argentino calcula que el mercado español acabará con 1,3 millones de unidades entre turismos, todoterrenos y comerciales, en un ejercicio que no se verá muy sacudido por el fin del PIVE, algo que sí podría afectar en 2017.
Tres millones de Picasso fabricados en Vigo
Otro aspecto que le da un especial atractivo al monovolumen de la marca es el hecho de que se produzca en España. Aunque no es el único modelo de Citroën que goza de este privilegio, ya que según Puey, el 57% de los vehículos que venden en España están hechos en casa.
No obstante, el arraigo de la gama Picasso a Galicia es enorme. Desde que se lanzara el Xsara Picasso en 1999, en la planta de Balaídos se han ensamblado más de tres millones de unidades.
