Javier Menéndez / Gotemburgo (Suecia)
El fabricante premium sueco ha puesto en marcha la cuenta atrás para el lanzamiento de su nueva gama de vehículos pequeños, enmarcada en la serie 40, cuyo primer modelo entrará en cadena de montaje en 2017. Para ilustrar su estrategia en este “enorme y lucrativo mercado global”, Volvo ha presentado hoy dos prototipos de coches, construidos por primera vez sobre la nueva plataforma de arquitectura modular compacta (CMA), que se caracterizan por un agresivo diseño exterior junto a un interior “con avanzadas tecnologías en materia de conectividad, electrificación y conducción autónoma”.
Con la nueva gama, que se estrenará con el lanzamiento del XC40, el constructor quiere situarse con los mejores argumentos comerciales en el mercado, para poder “competir con sus adversarios del segmento premium en los próximos cuatro años”.
La oferta de vehículos contará con una versión 100% eléctrica y con otra híbrida enchufable, “siguiendo el compromiso [del grupo] de electrificar la cartera de productos”. En este sentido, las previsiones de la compañía pasan por haber vendido en 2025 un millón de coches eléctricos en todo el mundo.