Ignacio Anasagasti / Madrid
Saab sigue dando todos los pasos necesarios para cumplir con sus planes de volver a producir en su planta de Trollhättan a finales de este año. Ayer, avanzó uno más y de los grandes. De la línea de montaje de la factoría sueca salió la primera unidad de las preseries del que será su primer modelo a la venta en su regreso: una nueva versión del 9-3, según ha informado la compañía en un comunicado.
“Me complace anunciar que hoy (por ayer) hemos ensamblado nuestro primer vehículo para verificar todos los procesos de producción en la planta de Trollhättan. Todavía debemos finalizar algunas negociaciones con nuestros proveedores, pero podemos afirmar que estamos preparados para la producción”, ha explicado Mattias Bergman, el presidente de NEVS, la empresa propietaria de la marca.
La nueva versión de esta berlina es muy similar en diseño a la que se dejó de ensamblar en 2011 cuando el fabricante tuvo que declararse en bancarrota. Aunque todavía no se han desvelado apenas detalles del lanzamiento, se conoce que la versión de gasolina será turbo y que, probablemente, habrá una eléctrica en 2014.
El 9-3 se venderá, en una primera fase, en Europa y en China. Posteriormente, Saab podría apuntar al mercado estadounidense, según informó Automotive News citando fuentes de la marca sueca.
Más vehículos
Además del 9-3, el propietario de Saab tiene previsto lanzar nuevos coches basados en la plataforma Phoenix, desarrollada por el propio constructor antes de su bancarrota. La plataforma tendrá que ser modificada para sustituir al 20% de componentes que desarrolló General Motors, el anterior propietario de la marca.
Con esta arquitectura, podrá desarrollar una gran variedad de coches, desde pequeños hasta grandes. Fuentes de NEVS señalan que todavía no han decidido qué lanzamientos harán ni en qué momento.
Sobre el 9-3, los planes pasan por producir alrededor de 120.000 unidades a partir de 2016, un volumen que se acercaría al pico máximo logrado por la empresa en 2006, con 133.000 vehículos.