Latribunadeautomocion.es/ Madrid
Los grandes fabricantes de automóviles están preocupados por el mal comportamiento del mercado europeo. El último en llamar la atención sobre este asunto ha sido General Motors, cuyo consejero delegado, Dan Akerson, ha dicho que la crisis de la eurozona está lastrando su crecimiento.
Akerson aseguró que la recesión en Europa es el principal problema para que la compañía pueda mantener su crecimiento después de la crisis que le llevó a solicitar protección por bancarrota en 2009.
Además, los accionistas transmitieron a la directiva de GM su preocupación por el hecho de que el precio de sus participaciones en Bolsa hayan caído un 45 por ciento el año pasado y sobre cuándo el Gobierno estadounidense se deshará de su participación del 32 por ciento que aún posee tras el rescate.
Por su parte, el presidente y consejero delegado de Renault y de Nissan, Carlos Ghosn, afirmó ayer en Nueva York que prevé un estancamiento de la economía europea de hasta cuatro años debido al periodo de incertidumbre en el que viven los consumidores, por lo que esas dos firmas se están preparando "para lo peor".
El directivo, de ascendencia libanesa y nacido en Brasil, pronosticó que, "en el mejor de los casos", el Viejo Continente crecerá entre el 0 y el 1% durante los próximos años, lo que ya esta repercutiendo en el sector automovilístico, con caídas de entre el 8% y el 9%.
"Cada día la gente se despierta y no sabe si el euro va a seguir o no, si Grecia va a abandonarlo o no, si va a haber más sorpresas...", manifestó el directivo.
Pese al "duro" periodo al que se enfrenta Europa, el presidente y consejero delegado de esos dos grandes fabricantes automovilísticos confió en que los líderes de la región llegarán a acuerdos para solucionar sus problemas en los próximos meses y el euro sobrevivirá.