Pablo M. Ballesteros / Madrid
Para los que duden de la consistencia de la tecnología eléctrica aquí tienen un coche de cero emisiones preparado para correr durante 18 minutos a una velocidad de 300 kilómetros por hora. Un pura sangre desarrollado en España en el parque tecnológico de Motorland en Teruel.
El Evo como se ha denominado a este vehículo eléctrico GT, es fruto del proyecto Quimera, y equipa tres motores que en conjunto entregan 700 CV de potencia, con los que pasa de cero a 100 kilómetros / hora en tres segundos y tiene capacidad de alcanzar los 300 kilómetros.
La idea de los creadores del AEGT (All Electric GT) es atraer a los grandes campeones, y para eso, además de su aspecto y su potencia, Quimera ha introducido una variación en un coche eléctrico. A pesar de que estos vehículos son automáticos, le han introducido un cambio manual de seis velocidades, ya que consideran que para un piloto es más atractivo.
También han considerado la opción de crear una carrera en la que compitan sólo vehículos de cero emisiones. Sin embargo, a pesar de que la idea de este proyecto es crear un coche para competir; las grandes evoluciones que se han presentado en los vehículos de calle convencionales son fruto de la investigación en el mundo del deporte, por lo que la existencia de estos proyectos tarde o temprano repercutirá en todos los eléctricos.
Los problemas del Evo
Este coche eléctrico presenta dos grandes problemas: el ya consabido de la autonomía de las baterías y el segundo, el sonido que emiten los engranajes que conjuntan la potencia de los tres propulsores para entregarla a las ruedas.
El proyecto Quimera, se encuentra inmerso en la creación del Evo2 que es una evolución del modelo presentado hoy por la empresa Altran, uno de los socios del programa, y que pretende encontrar unas baterías que tengan más densidad, es decir, que con el mismo tamaño puedan ofrecer más potencia y duración.
Además, el Evo2 portará las baterías en el suelo del vehículo y en la parte de atrás y no como ahora que están situadas en los laterales. El hecho de modificar la situación de los acumuladores de energía supondrá que se podrán cambiar rápidamente en carrera –en cuatro o cinco minutos– y mejorará la seguridad del vehículo.
Otra de las evoluciones, será mitigar el sonido metálico estridente, para lo que los tres motores en vez de estar en paralelo estarán conectados en línea.