La multinacional Nissan ha decidido cancelar la fábrica de baterías eléctricas que iba a comenzar a funcionar a finales de 2012 en el norte de Portugal y no ejecutará la inversión prevista, de 156 millones de euros.
La suspensión de la fábrica se debe, explicó un portavoz de la firma, a que Nissan considera que la producción de las otras cuatro fábricas de baterías de la marca es suficiente para cubrir sus necesidades.
El fabricante, informa Efe, cree que las unidades del Reino Unido (Sunderland), Japón (Vama), Estados Unidos (Smyrna) y Francia (Slinns) conseguirán abastecer los 1,5 millones de coches eléctricos que contempla el plan de la empresa hasta 2016.
La fábrica de Nissan había sido adjudicada a Portugal en julio de 2009 durante el Gobierno del primer ministro socialista José Sócrates, que presentó el proyecto como una gran apuesta dentro de sus planes para promover vehículos no contaminantes.
La planta de la firma nipona, cuyas obras arrancaron en febrero de 2011, iba a producir entre 50.000 y 60.000 baterías de litio para vehículos con la creación de 200 puestos de trabajo directos y unos 100 indirectos.
El portavoz de Nissan precisó que la empresa todavía no sabe qué hará con la nave ya construida, situada en Cacia, cerca de la ciudad norteña de Aveiro, pero aseguró que de cualquier forma “será rentabilizada”.
La decisión de la multinacional, aseguró, no está relacionada con la adversa coyuntura económica de Portugal, que ha puesto en marcha un duro programa de austeridad y espera una caía del 3 % del PIB el próximo año.
El actual Gobierno conservador luso, que ganó las elecciones anticipadas de junio pasado, se ha distanciado de las políticas de apoyo a las energías alternativas y los vehículos eléctricos del anterior Ejecutivo, en medio de la grave crisis económica que vive Portugal y las exigencias del rescate financiero que pidió en mayo.
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