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El terromoto que sufrió Japón el viernes, además de ocasionar un sinfín de víctimas todavía por contabilizar y de afectar a las centrales nucleares, también ha perjudicado a la industria de la automoción en el archipiélago. Los tres grandes fabricantes nipones de automóviles, Toyota, Nissan y Honda, han paralizado la producción este lunes según anunciaron las propias marcas. Un parón de las plantas que durará hasta el miércoles en el caso de los doce centros de Toyota.
Las tres firmas suspendieron el viernes la producción en algunas de sus plantas japonesas o de sus suministradores a causa del seísmo, que con 8,8 grados en la escala abierta de Richter fue el mayor en la historia de Japón, según informa Efe.
Responsables de Toyota confirmaron que el mismo viernes estuvo suspendida la producción en la planta de su suministrador Central Motor en la provincia de Miyagi, una de las más afectadas por el tsunami que vino tras el fuerte terremoto. El cese de actividad de la docena de plantas de Toyota ocasionarán un descenso de 40.000 unidades frente al volumen previsto para marzo y una caída de las acciones del 7,7%.
Honda también paralizó el mismo día del seismo sus fábricas de las provincias de Saitama, Tochigi y Shizuoka, y posteriormente señaló que la producción seguirá suspendida este lunes.
Nissan, por su parte, decidió al poco de producirse el terremoto cerrar todas sus plantas en Japón, pese a haber confirmado que la sede del grupo en Yokohama (norte de Tokio) no registraba grandes daños.
El fabricante informó entonces de "pequeños incendios" en dos de sus plantas en las provincias de Fukushima y de Tochigi, aunque aseguró que este centro era "seguro" y que no tenían constancia de que sus empleados hubieran sufrido daños.
Por su parte, Mazda, Mitsubishi y Suzuki también han detenido la producción.