Yago López / Madrid
Las reacciones de los grandes grupos políticos a las medidas impuestas por el Gobierno sobre ahorro energético no se han hecho esperar, y muchos han criticado la medida que presentó el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, el viernes.
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero defendió hoy como “necesaria y conveniente” la reducción de la velocidad para ahorrar energía y destacó que la medida tiene otros efectos positivos, como salvar vidas, por lo que no entiende las críticas recibidas.
El presidente apoyó la decisión de rebajar de 120 a 110 km/h la velocidad máxima en autovías y autopistas, porque es la medida “más directa” y con mayor impacto para ahorrar energía. Además, señaló que se trata de una iniciativa transitoria y dijo que confía en que “ojalá” la limitación pueda levantarse cuanto antes, porque significará que ha bajado la presión del precio del petróleo.
Aunque son muchos los que no están de acuerdo con el presidente, en un discurso totalmente opuesto, la Asociación de Empresas Concesionarias de Autopistas de Peaje (Aseta) considera que limitar a 110 kilómetros por hora la velocidad máxima de circulación por estas vías de pago generará un “ahorro mínimo o casi inexistente” y, en cambio, puede afectar al volumen de tráfico.
José Luís Feito, presidente de Aseta, indicó que “La medida de reducir la velocidad máxima en autopistas y autovías desde 120 hasta 110 kilómetros por hora significa haber perdido una oportunidad para discriminar positivamente las autopistas, que tienen unos ratios de accidentalidad mucho más bajos que las autovías”
Críticas a la medida
La oposición tampoco ha tardado en reaccionar, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, afirma que el Gobierno ha pasado de “quitarse las corbatas e ir a recoger la bombilla a correos, a improvisar” una nueva medida ineficiente.
Además, De Cospedal ejemplificó esta situación haciendo referencia a la intervención del ministro del Interior en la rueda de prensa del Consejo de Ministros. En la comparecencia, resumiendo la crisis en Libia, Rubalcaba ironizó: “creo que no me dejo nada, porque he tenido que improvisar mientras venía para acá las medidas”. Esta frase del vicepresidente fue empleada por Cospedal para resumir las políticas energéticas del Gobierno.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, tampoco se mordió la lengua, y calificó la medida de “soviética” y añadió “es lo que se les ha ocurrido, podrían habernos obligado a apagar la luz a las diez de la noche o a vivir dos familias por casa”.
Por su parte, el coordinador general de IU, Cayo Lara, considera “absurda” la medida acordada por el Consejo de Ministros y cree que “no tiene nada que ver con el freno a la crisis energética”. Según Lara, el Ejecutivo “demuestra que va a cepa perdida, que improvisa permanentemente y que es un absurdo más de los que ha planteado en los últimos meses en el país”. Además, ha subrayado que, en su opinión, la medida no ayudará a reducir el consumo, y la calificó como “recaudatoria”.
