La Fundación Ideas, presidida por el ex ministro de Trabajo Jesús Caldera, pide elevar hasta el 10% el porcentaje mínimo de biocombustibles en las mezclas de gasolina y gasóleo para reducir las emisiones de CO2 del transporte y la dependencia energética de España.
El laboratorio de iniciativas del PSOE presentó el documento “Biocombustibles líquidos: situación actual y oportunidades de futuro para España”, en el que se propone apostar por vehículos híbridos enchufables, con mayor autonomía que los coches eléctricos puros.
En un acto celebrado en el X Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), Gustavo Nombela, responsable del área de Economía de la Fundación IDEAS explicó que el documento de debate “parte de la base de que el cambio climático es un gran problema y las energías renovables son un sector estratégico para combatir a la vez la crisis económica y el calentamiento global”.
Nombela recordó que en España el sector del transporte es el responsable del 40% de las emisiones de CO2, mientras que en Estados Unidos lo es sólo del 33% y en Alemania de menos del 20%.
El del biocombustible es un sector en desarrollo en el que España está rezagada, no tanto en la tecnología de producción como en el consumo, “lo que deriva en que tengamos recursos productivos ociosos”.
Según datos ofrecidos por Nombela, tanto para bioetanol como para biodiesel, los porcentajes de consumo de España no llegan ni a la mitad de la media europea.
El informe, en sus conclusiones y recomendaciones, augura que el futuro del transporte, en especial del terrestre por vía no férrea, no será posible sin el uso adecuado de los combustibles líquidos, pues, según todas las previsiones, incluidas las de la Agencia Internacional de la Energía, el precio del petróleo irá en aumento.
Al margen de cuestiones económicas (precio del petróleo) y operativas (generalización del transporte eléctrico, que a su vez contamina en el proceso de generación de la electricidad), el uso de los biocombustibles, de manera complementaria con el hidrógeno renovable, y su reemplazo por la quema de combustibles fósiles, es imprescindible para reducir “al menos a la mitad los niveles actuales de emisión de gases contaminantes”.
Apostar por vehículos flex
Sobre el uso de vehículos para el transporte de personas, la Fundación Ideas recomienda apostar por vehículos flex, que sean híbridos enchufables, tecnología ya disponible y que se está aplicando con gran éxito de implantación en Brasil, que es un ejemplo de cómo está extendido el vehículo flex, para el que gasolina y etanol pueden emplearse indistintamente.
Sobre los costes, los coautores del documento, tras recalcar que, en origen, es la caña de azúcar la materia prima que mejor rendimiento puede deparar, y tras subrayar que el bioetanol es más eficaz que el biodiesel (aunque en España y Europa se produce y consume más el segundo), apuntan a las microalgas y a la modificación genética de microorganismos como campos de mejora en la producción de los biocombustibles líquidos.
Incentivar el I+D+i
Con respecto a los costes, los autores del informe coinciden con el representante de Abengoa en que “será necesario sostener e incentivar la inversión en I+D+i y en el desarrollo de la tecnología asociada a los biocombustibles, pero, habida cuenta que ésta se abaratará y que, por el contrario, los precios del petróleo y el gas subirán, los biocombustibles líquidos llegarán a ser más rentables en términos económicos, pues ya lo son en términos ambientales”.
Introduciendo un elemento diferenciador entre los propios biocombustibles, los autores del trabajo apuntan al biodiesel de segunda generación como uno de los más ventajosos, “pues requiere menos ocupación de terreno y consumo de agua” que el bioetanol. EFE