Stellantis Madrid dejará de fabricar el Citroën C4 en 2029, según ha podido saber La Tribuna de Automoción, a través de varias fuentes. Cuestionada por este aspecto, la automovilística, a la vez que señala que no hay una fecha cerrada oficial, ha aclarado que «eso no quiere decir que la fábrica no tenga otros posibles proyectos sobre la mesa que garantizan su viabilidad».
De hecho, añaden, que «Stellantis confirma que el Grupo está trabajando en varios escenarios para garantizar a la planta madrileña de Villaverde un futuro más allá del actual Citroën C4. Estos escenarios se comunicarán a su debido tiempo». De hecho, en enero, el entonces director de Operaciones en la región Europa ampliada y CEO de la división de comerciales de Stellantis, Jean Philippe Imparato, se reunió con el comité de empresa de la factoría y anunció que retornaría a Madrid en el segundo semestre de 2025 para comunicar en qué consistiría ese nuevo plan industrial.
Aunque por el momento no hay concreción del proyecto, la planta de Villaverde debería tener un futuro industrial, si se tienen en cuenta las declaraciones del anterior CEO de Stellantis, Carlos Tavares, un hombre poco dado a los piropos y más bien amigo del excel para ver si se estaban cumpliendo los costes o no. En una entrevista con el diario Expansión, el directivo portugués señalaba que la factoría española «es un muy buen ejemplo de una fábrica que durante los últimos diez años ha hecho una gran transformación para mejorar costes, calidad y rendimiento», a la vez que sentenciaba que «Madrid ha hecho el trabajo».
Aunque por el momento no hay concreción del proyecto, la planta de Villaverde debería tener un futuro industrial, si se tienen en cuenta las declaraciones del anterior CEO de Stellantis, Carlos Tavares, un hombre poco dado a los piropos y más bien amigo del excel para ver si se estaban cumpliendo los costes o no.
No obstante, no era el único en elogiarla, el entonces CEO de Citroën, Thierry Koskas —que fue relevado el pasado 2 de junio por Xavier Chardon—, el 29 de abril de 2025, afirmó que le gustaría «que Stellantis Madrid tenga un gran futuro; se toma de referencia en costes y calidad. Lo hacen súper bien. Siempre responde a nuestros pedidos: cuando necesitamos más producción, menos, un mix distinto entre las distintas versiones… siempre responden». Estas palabras son muy relevantes porque uno de los principales modelos de la marca de los dos chevrones es made in Madrid.
Sin embargo, a nadie se le escapa que la planta de la capital española se encuentra en un enclave logístico complicado, como matizó Tavares, con un competidor por el sur como Marruecos y con el mercado europeo en horas bajas, a lo que se une la llegada de nuevas marcas que optan por un pastel más pequeño.
Por eso, una vez que los trabajadores, sindicatos y la dirección de la fábrica han hecho sus deberes, posicionando la factoría como una referencia en el universo Stellantis, toca que la automovilística premie este trabajo. Algo para lo que sin duda es vital la acción del Gobierno central de Pedro Sánchez y el autonómico de Isabel Díaz Ayuso, que harían bien en dejar de lado sus riñas infantiles y remar juntos para que Villaverde continúe dando empleo de calidad.
