Aunque en un principio parecía que la política sobre vehículos eléctricos del presidente de EEUU, Donald Trump, había cambiado esta legislatura por su amistad con el CEO de Tesla, Elon Musk. Sin embargo, la ruptura con el directivo y la aprobación de su amplia legislación fiscal y presupuestaria
A partir del 30 de septiembre, los créditos fiscales de 7.500 dólares (unos 6.338 euros) para comprar o alquilar cero emisiones nuevos finalizarán. Así como un crédito de 4.000 dólares (unos 3.396 euros) para VE usados. Estos incentivos han ayudado a impulsar sus ventas en los últimos años.
El Congreso aprobó por primera vez un crédito fiscal para vehículos eléctricos en 2008, que se eliminó gradualmente cuando los fabricantes alcanzaron los 200.000 vehículos. El crédito se amplió en 2022 para cubrir los arrendados y se eliminó el límite por fabricante. No obstante, a pesar de la eliminación de esta ayuda, las empresas automovilísticas podrían verse beneficiadas de esta legislación puesto que elimina las sanciones por incumplimiento de los déficits de consumo de combustible corporativos. Lo que facilita el ensamble de los coches a gasolina.
Aceleración y desaceleración de las ventas
Esta medida a lo pronto, provocará que las ventas de coches estadounidenses se aceleren en los próximos meses. El analista de automóviles de Barclays, Dan Levy, señaló en una nota de prensa que «el proyecto de ley reitera la desaceleración que se avecina para la penetración de los VE en Estados Unidos, con la 'zanahoria' (es decir, los créditos/incentivos fiscales) y el 'garrote' (es decir, las regulaciones sobre emisiones) suavizadas».
Un estudio de la Universidad de Harvard publicado en marzo, y recogido por Reuters, pronosticó que poner fin a los créditos fiscales para vehículos eléctricos reduciría su penetración en un 6% para 2030 y le ahorraría al gobierno 169.000 millones de dólares (unos 143.506 millones de euros) en créditos fiscales para vehículos eléctricos a lo largo de una década.
En el proyecto de ley final, el Congreso eliminó una tarifa anual prevista de 250 (unos 212 euros) para que los cero emisiones pagaran las reparaciones de las carreteras, así como el requisito de que el Servicio Postal de Estados Unidos vendiera sus VE de reparto.