El fabricante rumano ha destacado en sus Dacia Talks que apuesta por el gas licuado y la electrificación de sus vehículos para alcanzar sus planes de cero emisiones en Europa para 2040 y para 2050 en el resto del mundo. Aunque por el momento, la compañía ha señalado que hasta que se realice la transición al cero emisiones, se centrarán en la hibridación de sus coches.
Con la movilidad híbrida, la empresa pretende reducir un 20% la huella de carbono en comparación con un motor de combustión. Actualmente, el Jogger, el Duster o el nuevo Bigster poseen está opción. Asimismo, el Spring cuenta con una versión totalmente eléctrica, por menos de 20.000 euros y con una autonomía de 305 kilómetros. Por otro lado, cuenta con automóviles con motorizaciones GLP (Sandero, el Stepway o el Jogger), con los que persigue reducir las emisiones de C02 en torno a un 15%.
Por su parte Dacia también ha indicado que está desarrollando planes para neutralizar el 80% de emisiones de sus plantas en 2030. Para ello, en sus instalaciones de Tánger, Casablanca o Pitesti, la energía utilizada en los procesos de fabricación procede únicamente de energía eléctrica o de biomasa.
Además, la marca se ha propuesto bajar el contenido en carbono de los materiales empleados para ensamblar un vehículo. Así como, utilizar elementos reciclados.