Después de que la estrategia de Mercedes-Benz, anunciada en mayo de 2022 y orientada a la exclusividad (restando importancia a los modelos compactos de Clase A y B) haya estado por debajo de los objetivos de ventas marcados (en 2024 se situaban un 30% por debajo de la meta establecida para 2026), el CEO de la empresa, Ola Kallenius, ha decidido dar un volantazo y presentar el nuevo plan estratégico Next Level Performance, enfocado en una serie de nuevos lanzamientos hasta 2027 así como en la reducción de un 10% del coste de producción.
«Para garantizar la competitividad futura de la compañía en un mundo cada vez más incierto, estamos tomando medidas para hacer que la compañía sea más ágil, más rápida y más fuerte, mientras preparamos una intensa campaña de lanzamiento de productos para múltiples vehículos nuevos, comenzando con el nuevo CLA», afirmó Kallenius.
Lanzamientos de Mercedes-Benz para 2027
Durante su Market Day 2025, en el que también se hicieron públicos los resultados financieros de 2024, el directivo reveló que se sacarían al mercado docenas de modelos nuevos o renovados hasta 2027. El primero de ellos será el CLA, que llega en 2025, al que seguirá «una importante actualización» del Clase S en 2026, un GLC y un Clase C totalmente eléctricos, así como una serie de lanzamientos de cero emisiones e híbridos «de alta tecnología» en Mercedes-AMG.
Y es que, aunque en un inicio la compañía pretendía vender un 100% de eléctricos en 2030 en Europa, a mediados del año pasado rebajaron esta meta a un 50% de electrificados para la misma fecha. Según dijo el CEO durante la conferencia, parece claro que la electrificación «llevará más tiempo de lo que se esperaba hace cinco años».
«El ritmo de adopción de los cero emisiones seguirá estando determinado por las condiciones del mercado, la infraestructura y las necesidades de los clientes. Impulsado por la introducción de nuevos modelos eléctricos, Mercedes-Benz Group AG apunta a una cuota de VE de más del 30% en 2027», explicaron.
El 10% de costes de fabricación de Mercedes
Del mismo modo, la empresa se ha marcado como objetivo disminuir sus costes de fabricación en un 10% en los próximos dos años, para lo cual implementará «medidas para hacer que su huella de producción global sea más eficiente y flexible». Para ello, afirmó que trabajará codo con codo con sus proveedores en la gestión de costes de materiales y seguirá reduciendo los costes fijos de manera progresiva, un área en la que lleva trabajando los últimos cuatro años. Sobre esto, especificó que «no hay planes de cerrar plantas en Alemania» y que planea reducir aún más los puestos directivos y aumentar el uso de la digitalización y la IA generativa, mientras mantiene «conversaciones constructivas con su comité de empresa».
Así, buscan hacer frente a la alta competencia en China y a la ralentización de la demanda de electrificados, que está afectando especialmente a las marcas premium.
Un 28,4% menos de ganancias netas
En general, las ventas del grupo cayeron en 2024 un 3% (y concretamente los electrificados bajaron un 9%, hasta 368.000), lo que también se ha traducido en una caída de su beneficio neto del 28,4%, hasta 10.409 millones de euros. Del mismo modo, también descendieron sus ingresos hasta 145.594 millones de euros (-4,5%) y su EBIT hasta 13.599 millones (-30,8%).
Por ello, en la Junta General de Accionistas del 7 de mayo de 2025, el Consejo de Administración y el Consejo de Supervisión han decidido que propondrán un dividendo de 4,30 euros por acción, un euro menos que en 2023: 5,30 euros. De la misma forma, Mercedes-Benz ha decidido recomprar sus propias acciones por un valor máximo de 5.000 millones de euros (sin incluir los costes adicionales) en bolsa durante un período de hasta 24 meses, sujeto a la renovación de la autorización por parte de la Junta General Anual de mayo de 2025 para recomprar acciones propias hasta un máximo del 10% del capital social.
Motores eléctricos y de combustión en una sola arquitectura
Para adaptarse de manera flexible a las necesidades de los clientes, Mercedes-Benz Vans integrará en una única arquitectura sus futuros modelos eléctricos y de combustión.
A partir de 2026, los vehículos eléctricos estarán basados en la Van Electric Architecture (VAN.EA), mientras que las versiones con motores de combustión de última generación se desarrollarán sobre la Van Combustion Architecture (VAN.CA). Ambas variantes compartirán alrededor del 70% de sus componentes y se fabricarán en la misma línea de producción, optimizando costes y generando economías de escala.
Además, la nueva arquitectura permitirá diferenciar claramente entre furgonetas de lujo para clientes privados y transportes premium para uso comercial.