
Según un informe de la aseguradora DriveSmart, un español pasa de media un año y cuatro meses de su vida al volante. En todo este periodo es imposible que no nos enfademos o vivamos situaciones de estrés o ansiedad cuando conducimos. El problema es que estas emociones pueden derivar en más infracciones o errores al volante tal y como realizar un cambio brusco en el carril, insultar a otro conductor o pitar a otro coche.
Para saber cómo las personas reaccionan a estas emociones cuando están al mando de un vehículo, la compañía de suscripción de automóviles, Bipi, ha realizado junto con NeuroLab Center, el estudio piloto exploratorio de neurociencia «La ansiedad y agresividad al volante». Para llevarlo a cabo, han participado un total de 26 sujetos, de entre 19 y 67 años, y se les ha sometido a dos pruebas neurológicas (neuromarketing y entrenamiento de neuro relajación) y a un cuestionario sobre cómo reaccionan los participantes ante diversas circunstancias que les pueden generar conflictos emocionales, así como situaciones de no conducción, como el sentimiento que se crea al pensar en tener que pasar la ITV o renovar el vehículo.
Los hombres se enfadan más
Si nos centramos en las acciones que generan más miedo entre los usuarios, nos encontramos con que el 90% lo siente al pensar en tener una colisión con otro vehículo, mientras que el 30% lo experimenta cuando piensa en que pueden ser adelantados de forma agresiva. Aunque hay cierta diferencia entre hombres y mujeres, pues los primeros sienten más enfado cuando son adelantados por la derecha (57%), mientras que esta emoción solo es percibida por el 33,3% de las segundas.
Del mismo modo, ocurre algo parecido cuando el vehículo de delante no avanza rápido en un semáforo (57% frente a 41% de las mujeres) o cuando les pitan (57% frente al 25%). Por su parte, nos encontramos con que el 90% de usuarios lo siente al pensar en tener una colisión con otro vehículo, mientras que el 30% lo experimenta cuando piensa en que pueden ser adelantados de forma agresiva. El sentimiento predominante en las mujeres mayores de 30 es la ansiedad, alcanzando el 83%, mientras que los hombres presentan más enfado, casi el 71% en los adultos.

Los mayores tienen más miedo
Si lo analizamos por edad, los más mayores sienten más enfado que los jóvenes. Por ejemplo, los menores de 30 sienten más enfado (38,5%) y ansiedad (30,8%) que miedo (23,1%) al pensar en que les adelantan por la derecha. Mientras que el sentimiento de miedo crece más en quienes superan los 30 (46,2%). Las emociones de ansiedad, miedo y enfado empatan con un 30,8% cada una entre los jóvenes, en relación a la idea de experimentar que un coche se te pegue por detrás. Entre tanto, más de la mitad de los mayores (53,8%) se decantan por el miedo.
Sin embargo, existen situaciones en las que los jóvenes demuestran mayor reacción ante el estímulo presentado, como es el caso de que el coche de adelante no avance rápido cuando el semáforo se pone en verde. En esta circunstancia, casi el 70% de los menores de 30 años siente enfado, mientras que en los más veteranos este porcentaje no alcanza el 31%, y más del 45% afirma no sentir nada.
Situaciones de no conducción
Aunque la carretera puede ser peligrosa y genere para algunas personas muchas emociones negativas, los papeleos y el mantenimiento del vehículo también pueden suscitar este tipo de sentimientos. Entre estas, ver encendido el piloto de avería del coche o pensar en tener que ir al taller, son dos de las situaciones que más ansiedad crean, especialmente entre las mujeres. En el caso de las averías, la ansiedad es mayor en los adultos estudiados (54%) y afecta en un 38% a los participantes más jóvenes.
Sobre otro tipo de gestiones que acompañan a la propiedad de un vehículo, la contratación del seguro es uno de los hechos que más molestias despierta. En este sentido, más de la mitad de los participantes en el estudios sienten preocupación por no elegir el seguro de coche correcto, en especial los hombres, un 57% frente al 50% de mujeres, donde predomina el estrés ante la gran oferta de seguros que encuentran en el mercado.
Respecto a la situación de compra y adquisición del vehículo de manera tradicional, el análisis refleja que los participantes de menor edad son los que sienten más recelo ante las diferentes ofertas presentadas por los comerciales del concesionario (54%).