El sindicato IG Metall ha anunciado esta tarde a través de un comunicado de prensa que Volkswagen tiene la intención de poner fin a una serie de convenios colectivos pactados hace décadas, incluido uno que garantizaba que no habría despidos hasta 2029 en seis plantas alemanas. De este modo, la empresa podría realizar despidos en estas fábricas a partir del año que viene.
Esta medida se toma en un contexto en el que el fabricante germano está llevando a cabo una campaña de reducción de costes, la cual ha desencadenado un enfrentamiento con los empleados, después de que la marca anunciara la semana pasada que ya no descarta el cierre de factorías en el país centroeuropeo, por primera vez en sus 87 años de historia.
“El fabricante está dando un hachazo a las generaciones futuras y actuales de sus trabajadores”, comienza el escrito de la central. “VW sigue con sus anuncios de la semana anterior y anula toda una serie de acuerdos existentes y, por tanto, la vía de confianza de la cooperación constructiva”, continúa.
Fin a varios convenios colectivos
En el texto también se detalla que pondrá fin al convenio colectivo para asegurar el futuro y el empleo a largo plazo, el marco para empleados con funciones especializadas o de gestión, el relacionado con la contratación de becarios y otro vinculado con la remuneración y las condiciones de trabajo de los temporales.
El negociador principal de IG Metall, Thorsten Gröger, ha resaltado que estas se tratan de unas medidas sin precedentes y ha criticado especialmente la anulación de la garantía de empleo vigente desde hace 30 años. “Ahora que la carretera se vuelve resbaladiza y aumentan los obstáculos en el camino, VW elimina este airbag. No aceptaremos esto en silencio y de forma inactiva”, ha declarado. Asimismo, ha anunciado que la amenaza de cierre de plantas “provocarán fuertes protestas”.
De este modo, la ronda de negociaciones colectivas de 2024 llega a un punto crítico incluso antes de que se hayan celebrado las primeras negociaciones. Estas comenzarán a mediados o finales de octubre y es probable que se produzcan huelgas a partir de finales de noviembre.
Justificación de los directivos
El pasado 4 de septiembre, el director financiero, Arno Antlitz; y el CEO del consorcio, Oliver Blume, se presentaron en la sede de Wolfsburg para detallar los planes del fabricante en una asamblea con los trabajadores, a la que asistieron cerca de 16.000 participantes, como ya contó La Tribuna de Automoción. Los directivos fueron recibidos con pancartas en contra de las medidas y abucheados por los trabajadores al subirse al escenario —lo que retrasó las declaraciones de Antlitz—, según fuentes de Bloomberg.
Durante su intervención, defendieron sus medidas de considerar cierres de fábricas, argumentando que la caída en las ventas de la marca, de aproximadamente 500.000 automóviles, ha dejado a la entidad con aproximadamente dos plantas de más. Anlitz ha apelado a la responsabilidad conjunta del personal y la dirección para recortar el gasto si la marca quiere sobrevivir a la transición a los coches eléctricos. Además, ha añadido que no esperaba que las operaciones se recuperaran y que la insignia principal VW tenía «uno, quizás dos años» para recortar el gasto y ajustar su producción.
La marca Volkswagen se está esforzando por cumplir su objetivo de reducir costes en 10.000 millones de euros, sin embargo se está encontrando con problemas como la reducción de las ventas y la falta de componentes. Según fuentes del periódico alemán Handelsblatt, actualmente, la firma se encuentra en 2.000-3.000 millones de euros por debajo de sus metas de ahorro de este año.