Renault Group España apuesta por la tecnología en sus fábricas para producir los modelos Captur y Symbioz, ambos híbridos; pero lo hace de la mano de un equipo de empleados completamente formado y especializado. Como forma de optimizar el rendimiento, la marca gala en el país ha optado por la ruta tecnológica —inteligencia artificial (IA), digitalización, robotización— y la innovación, de la mano del centro de I+D Horse. Desde entonces, han pasado de tener tan solo un 1% de híbridos en 2020 a un 7% este año, de los cuales cinco se fabrican entre Valladolid (Symbioz y Captur) y Palencia (Austral, Espace y Rafale). Esto les ha ayudado a aumentar su producción en un 18% en 2023, o lo que es lo mismo, 172.733 vehículos a finales del año pasado.
Renault España apuesta por el híbrido
Actualmente, la cuota de mercado de HEV (Hybrid Electric Vehicle en inglés o vehículo híbrido eléctrico) alcanza un 17% frente al 1% de 2020, informó el director de Ventas, Jesús Bóveda, este lunes durante la presentación de los nuevos cambios introducidos en la planta vallisoletana. Esto ha supuesto que se sitúen como segunda marca más demandada de este tipo de vehículos. En otras palabras, por el momento en España de cada 100 coches vendidos solo siete son híbridos, mientras que en el caso específico de Renault se habla del 42%, añadió.
En este sentido, el Symbioz ha logrado 500 pedidos en su primera etapa de estreno y, aunque las ventas no han alcanzado las expectativas, la firma se muestra optimista, basando su confianza en la percepción del mercado. Por su parte, el Rafale, que llegó a los concesionarios el 25 de mayo, tiene una cadencia de diez pedidos diarios. «Estamos cumpliendo lo que habíamos previsto», señaló Bóveda, aunque «quieren más».
Tecnología: digitalización, inteligencia artificial y robotización
Para lograr todos estos cambios, han decidido apostar por la innovación tecnológica. Por un lado, Valladolid es una planta piloto dentro del Manufacturing 4.0., que cuenta con más de 15.595 datos subidos a la nube cada segundo. Por otro, los diversos proyectos de digitalización e innovación.
En la planta de chapa hay una apuesta clara por lo tecnológico. Algunos de estos cambios son el Bin picking, con robots abastecidos mediante vehículos de guiado automático (AGVS por sus siglas en inglés), lo que permite no tocar ninguna de las piezas (0-touch) y optimizar la calidad del vehículo. Las cámaras 3D también forman parte de la estrategia y hacen diferentes medidas para que la soldadura láser del techo quede perfecta. Asimismo, las cámaras de inteligencia artificial detectan de forma rápida y eficaz de piezas inutilizables. Además, se utilizan también para los controles de calidad en tiempo real.
En el departamento de pintura la tecnología es clave para el funcionamiento de la fábrica. Con la introducción del sistema 4 WET, que no es propia de la marca gala, aunque Valladolid sí es pionera dentro del Grupo, se ha logrado pintar nueve coches seguidos del mismo color, lo cual optimiza el tiempo y rebaja el coste —han conseguido un ahorro del 40% del consumo de gas y del 10% electricidad en los últimos dos años—. Además, permite aplicar las capas, una detrás de otra, con un único pase por el horno al final del proceso consiguiendo un importante ahorro de energía y una reducción de las emisiones.
Empleados para lograr la excelencia
Aunque pueda parecer que la fábrica vallisoletana ha centrado todos sus esfuerzos en la tecnología, los empleados siguen formando parte esencial de la marca del rombo. Es tal la importancia que tienen, que hay plantas que dedican hasta casi 46 horas en formación de personal.
En este sentido, los empleados de baterías llevan cuatro años de actividad y el desafío que tienen actualmente es conseguir que estos sean más efectivos y que estén mejor formados para maximizar el rendimiento. Cuentan con dos talleres. Uno de ellos está dedicado al montaje de baterías para los vehículos HEV con una capacidad de 60 baterías a la hora. El otro, que es de reciente integración, se centra en el montaje de baterías para los vehículos PHEV (híbridos enchufables) con una capacidad de seis baterías por hora.
Por otro lado, la plantilla no tiene previsiones de reducirse. Con un total de 2.259, hace un mes y medio lanzaron un comunicado donde informaban de que ampliarían las diversas plantillas en 500 personas.
Una presencia femenina baja entre los empleados
Por otro lado, miran hacia un futuro más feminizado para la fábrica, aunque por el momento no están cerca de lograrlo. Aunque actualmente hay nueve mujeres y nueve hombres al frente del comité de dirección, es en las diferentes plantas donde destaca la baja presencia femenina.
En este sentido, chapa —64 vehículos a la hora con una línea de trabajo— cuenta con un total de 350 trabajadores, de los cuales un escaso 23% son mujeres. En pintura, el departamento más mecanizado de todos, fabrica 32 coches por hora y tiene dos líneas, tiene 243 empleados y la cuota femenina sube hasta el 30%.
Finalmente, el departamento de montaje —60 vehículos por hora, con una única línea de trabajo— es el que cuenta con mayor número de trabajadores, 1.121. “Es la única forma de alcanzar la calidad” que buscan desde la marca, ha dicho el director de la fábrica, José Manuel Fuentes. Que añade que los detalles más minuciosos, como el cableado, no se podrían lograr de la misma manera con maquinaria. No obstante, aquí solo el 26% son mujeres, aunque sigue siendo un dato superior al habitual en esta industria.