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Olivos andaluces transformados en piezas de coches: la innovadora propuesta española que conquista Europa

Ford y Andaltec se alían para desarrollar un proyecto pionero, COMPOlive, que utiliza residuos de poda de olivar y plástico de polipropileno reciclado para crear partes de vehículos. Esta iniciativa ha sido financiada por la Unión Europea y actualmente están emprendiendo los pasos necesarios para comenzar a producir a gran escala.

Olivos andaluces transformados en piezas de coches: la innovadora propuesta española que conquista Europa.
Equipo promotor del proyecto investigador (UJA-ANDALTEC) con una de las piezas hechas de residuos de olivar. Imagen cedida.

Ford anunció que algunas partes de sus futuros vehículos «podrían estar hechas de olivos», gracias a COMPOlive, un proyecto pionero tanto en España como en el mundo. Lo hicieron junto con Andaltec, que investiga el uso del plástico en su producto o proceso, así como la industria en general. En este sentido, el 50% de este material está destinado a la automoción y solamente el año pasado se ensamblaron 2,451.221 vehículos en el país, según datos de Anfac. Además, España es el segundo productor de vehículos de Europa, por detrás de Alemania, y octavo a nivel mundial.

Por este motivo, el Jefe del Departamento de Materiales, Envases y Nuevos Desarrollos de la fundación, Francisco Javier Navas, junto a otros investigadores, como María Dolores la Rubia García, profesora de la Universidad de Jaén, decidieron hacer realidad una tesis que comenzaron en 2011: utilizar los residuos de la poda del olivar que se generan cada año para crear algunas de las partes de los coches. 

La producción de materiales con fibras naturales y refuerzo de polímero no es algo del todo nuevo en el mercado, sobre todo en los sectores de la aeronáutica y la automoción. Sin embargo, tal y como explica La Rubia, se hace sobre todo con bambú o cáñamo, cultivados exclusivamente para ello. «La poda del olivar es algo que vamos a tener todos los años, entonces ¿por qué no utilizar algo que ya existe?», matiza en una entrevista telefónica con La Tribuna de Automoción.  

Andalucía, la gran productora de aceite

Un proyecto como este tiene sentido que se desarrolle en Andalucía: es la mayor productora de aceite del país y abarca 1,67 millones de hectáreas de las 2,75 millones disponibles en el territorio nacional. Además, a nivel internacional, la elaboración española supone el 70% de la producción de la Unión Europea (UE) y el 45% de la mundial.

Teniendo en cuenta estos datos, la cantidad de residuos que genera esta industria es enorme. Específicamente 7 millones de toneladas al año. Actualmente, el uso que se hacía de los residuos era como abono para la tierra, ya que la quema de la poda no está permitido. Aunque se estima que se hace en torno a un 25% por malas prácticas o permisos especiales, lo que genera gases de efecto invernadero. En Jaén, por ejemplo, hay 571.604 hectáreas de cultivo de olivar, lo que produciría más de 524.000 toneladas de CO₂.

Piezas exclusivas para cada marca

Olivos andaluces transformados en piezas de coches: la innovadora propuesta española que conquista Europa.
Parte de un coche hecho de residuos de olivar. Imagen cedida.

Con la idea de reducir la cantidad de plástico empleado para producir ciertas partes del vehículo y contribuir a la limpieza del aire en la zona de cosecha, nace COMPOlive. El coste total de este proyecto ha sido de 1.818.362 euros, aunque el aporte privado ha sido únicamente de 946.826 euros, ya que el 55% ha sido financiado por la Comisión Europea.

Durante el desarrollo del proyecto han llegado a producir el reposapiés y la parte del maletero de los Ford Mondeo y Focus. Para ello, utilizaron tecnología de simulación avanzada para evaluar la aplicabilidad de los olivos en términos de durabilidad, resistencia y maleabilidad. Luego, pudieron proceder con la fabricación de prototipos. El equipo ha conseguido que estas partes estén formadas en un 40% de fibras del olivar y en un 60% de plástico de polipropileno reciclado. Es decir, el 100% del material procede de residuos, ya que utilizan plástico reciclado y un 40% de residuos.

Los desarrolladores, junto con Ford, se han asegurado de crear un sistema irreproducible, puesto que la marca no es quien se adapta al producto, que se crea basándose en las necesidades de la firma. «Ese 40:60 que hemos utilizado para el Mondeo y el Focus quizá no le funcione a Bugatti. Si quieren alguna pieza, tendrían que darnos sus requerimientos y a partir de eso, investigaríamos para saber cuáles son sus necesidades», aclara Navas. 

Actualmente, y después de cinco años de investigación, el equipo recibe apoyo por parte de la Comisión Europea para comenzar a fabricarlo a gran escala. «Si toda la poda de Andalucía se utilizase para producir biocomposite, sería capaz de abastecer la demanda de toda Europa en 2025», explica Navas, que añade que en términos de PIB se traduciría en un impacto tan real y tangible como el del aceite de oliva.  

Finalmente, y como guinda del pastel, este proyecto tiene el añadido de que el producto va a ser nacional, made in Spain, poniendo en valor la producción y el desarrollo científico y tecnológico del país.

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