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Subastas de coches: una oportunidad para hacerse con una joya

Las subastas son una gran oportunidad, por lo general, para adquirir vehículos más económicos. No obstante, las grandes casas de pujas en este sector se centran en la venta de históricos, donde estos consiguen unos precios estratosféricos, como el del Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé, que registró la cifra más alta nunca pagada por un coche, al menos de forma pública, de 135 millones de euros.

Subastas de coches: una oportunidad para hacerse con una joya
McLaren Elva de asientos naranjas, uno de los coches personales de Fernando Alonso.

El Gobierno de España es uno de los mayores subastadores de nuestro país, lo hace a través de la Administración Pública o en colaboración con empresas especializadas en este ámbito. A finales de abril, el Ministerio de Sanidad puso a la venta por este método en Madrid 237 lotes incautados a personas vinculadas con el narcotráfico, de los cuales una inmensa mayoría consistían en automóviles y maquinaria.

En esta oferta se pudieron encontrar algunos modelos interesantes y a muy buen precio. Entre los más destacados estuvieron un BMW X5 3.0d de color blanco y 184 CV (135 kW), matriculado en 2003; o un Jeep Grand Cherokee diésel del 2001. Aunque las joyas de la corona fueron, una moto Honda CBR600RR del 2008, con una potencia de 120 CV (88 kW); un Chevrolet Corvette Hatch de color rojo, del 1999; y un Mercedes Benz 170S-T, registrado como histórico en 2004.

Casas de subastas

A pesar de que esta oferta llamó la atención del público, no fue la más espectacular vista en los últimos tiempos, dado que en ella no pudimos encontrar algunas de las piezas más codiciadas por los coleccionistas y expertos. Entre las casas de subastas más importantes del mundo se encuentran RM Sotheby's o Bonhams, quienes ofrecen los vehículos antiguos más exclusivos del mercado. Además, destaca que el año pasado estas tuvieron unos resultados llamativos cuanto menos.

En noviembre, en Nueva York, la primera vendió un Ferrari 250 GTO/330 LM de 1962, actualmente el clásico más codiciado y valioso del mundo, por más de 51 millones de dólares —unos 48 millones de euros—. Se trata del segundo precio más alto de la historia para un automóvil en una subasta. En los últimos cursos, este modelo se ha posicionado como uno de los más solicitados de este mundo debido a su motor V12 de cuatro litros, su participación en Le Mans y su perfecto estado de conservación.

Pero si el precio del anterior parece alto, queda en minucia con el que se anotó el Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé, que bajó el mazo en 135 millones de euros, alcanzado en un evento organizado por la misma empresa en 2022, en colaboración con el museo de la firma situado en Stuttgart (Alemania). Un registro difícil de superar debido a que de esta versión solo se diseñaron dos vehículos y, hasta ese momento, ambos estaban en posesión del fabricante.

75 aniversario de Porsche

Por su parte, también el año pasado, la empresa de subastas Bonhams celebró el 75 aniversario de Porsche poniendo a la venta algunos de los mejores exponentes de la enseña de un coleccionista profesional. Desde la primera versión del 930 3.0 de 1975 hasta el 993 Turbo S de 1998, estuvieron todas las generaciones del 911.

Otro de los hitos de esta casa de subastas en 2023 fue la puja de varios monoplazas de Fórmula 1 ganadores de grandes premios, incluyendo un Lotus 79 de 1978 de Mario Andretti, durante el GP de Abu Dhabi. No obstante, el que más llamó la atención fue un McLaren Elva con un acabado de asientos naranjas, uno de los coches personales del bicampeón nacional, Fernando Alonso.

Además de estos, hay otros grandes diseños que alcanzaron precios estratosféricos como el Mercedes-Benz W196, el monoplaza con el que Juan Manuel Fangio se anotó su segundo título mundial de Fórmula 1, en 1954. Se vendió en 2013 por 29,6 millones de dólares (unos 25 millones de euros).

Más difícil todavía

Por su parte, en 2017, un Aston Martin DBR1 consiguió la cifra de 22,5 millones de dólares (unos 19,6 millones de euros), convirtiéndose en el automóvil británico más caro del Reino Unido. Este ejemplar, de color verde como no podía ser de otra manera, ganó las 24 Horas de Nürburgring de 1959 y participó en otras carreras legendarias como las 24 Horas de Le Mans o las 12 Horas de Sebring.

También destacó el Jaguar D-Type, ganador de Le Mans de 1956, consiguió una cifra de 19,3 millones de euros. Se trata de un coche tan importante para la historia de la enseña que, incluso después de que la marca anunciase su retirada de la competición, volvió a imponerse en La Sarthe (en 1957), frente a las últimas creaciones de Aston Martin, Ferrari, Porsche o Lotus.

Por último, cabe destacar la adquisición del Ferrari 335 Sport Scaglietti por 33 millones de euros en 2016, convirtiéndose en aquel entonces en el vehículo más caro del mundo. Había sido propiedad de un coleccionista privado por 40 años y despertó un gran interés porque Peter Collins y Maurice Trintignant se habían intercambiado su volante en las 12 Horas de Sebring, de 1957. Pero su historial competitivo no queda ahí, pues también fue de la partida de la Mille Miglia con Wolfgang von Trips a los mandos.

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