A partir del mes de julio de 2024, varios Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción (ADAS) van a ser obligatorios en todos los vehículos de nueva matriculación. Esta regla incluirá requisitos de seguridad, de protección de los ocupantes y de los usuarios vulnerables de la vía pública. Según numerosos estudios científicos, esta tecnología ayudará a reducir o prevenir un 40% de todos los accidentes que sufren los conductores o pasajeros. Asimismo, colaboraría en mitigar el 37% de todas las lesiones de consideración y el 29% de todas las muertes relacionadas con los siniestros viales.
Por esta razón, Bosch y la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial) han realizado un estudio sociológico donde analizan el rol de los ADAS en la venta de automóviles. Se trata de la cuarta investigación que realizan en conjunto sobre este tema y está enmarcada dentro del proyecto Vidas (Seguridad Vial y ADAS), que tiene el objetivo de concienciar e informar a la sociedad acerca de la importancia de estos.
El análisis se ha realizado a través de encuestas telefónicas realizadas a un total de 150 concesionarios, localizados en las cinco grandes ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao), en cada una de las cuales se han llevado a cabo 30 sondeos. Por otro lado, también se ha desarrollado un mystery shopping, una técnica que consiste en que una persona se infiltra como un cliente para evaluar la calidad y atención de servicio y valorar sus prestaciones. Esta última estrategia se ha aplicado en 30 distribuidores ubicados en las mismas localizaciones y se han realizado seis visitas en cada ciudad.
ADAS como argumento de ventas
Aunque los comerciales de los concesionarios sitúan los ADAS como el primer factor importante en la compra de un vehículo y los consideran como un facilitador de la venta, señalan que el cliente no los valora lo suficiente. De hecho, según los resultados del estudio, estos sistemas ocupan la quinta posición en las prioridades de los compradores a la hora de elegir un automóvil, por debajo de la fiabilidad de marca, el consumo de combustible, los equipamientos multimedia y la potencia y prestaciones del mismo.
Además, en el 65,5% de los casos no fueron considerados como un argumento importante para las ventas. No obstante, cabe destacar que estos se encuentran por encima de las emisiones contaminantes. Es por esta escasa popularidad que una tercera parte de los vendedores no explican estas tecnologías cuando están realizando una transacción.
Cuando se les preguntó a los comerciales cuál era su público objetivo a la hora de ofrecer estos sistemas, la mayoría señaló a un hombre entre 35 y 54 años y, en la mayoría de los casos, se centran en los ADAS que vienen de serie. Asimismo, el 72% de los distribuidores consideran que los compradores estarían dispuestos a pagar más por la seguridad de su vehículo. El 28,7% señalaron que estarían dispuestos a abonar entre 500 y 1.000 euros.
En otro orden de cosas, el 92,6% de los encuestados considera que esta tecnología mejora mucho o bastante la seguridad y cree que esto beneficiará a las ventas. Por un lado, el 21,3% está muy de acuerdo de que contribuye a reducir las colisiones y las lesiones causadas por accidentes de carretera. Mientras, el 88,6% está bastante conforme con esta afirmación. También un 69,4% cree que reduce las malas conductas de los pilotos y fortalece el respeto y la convivencia de la vía. Finamente, el 68% se muestra acorde con que ayudan a mejorar el tráfico.
Formación en ADAS
Otro de los aspectos a resaltar es que 4 de cada 10 vendedores confirma no haber recibido ninguna formación específica sobre estos sistemas. Cuando se les cuestionó sobre sus conocimientos sobre los ADAS, un 69,9% de los comerciales se autoasignan una puntuación igual a 8 o mayor. Sin embargo, el 44% no saben identificar cuál de estos serán obligatorios a partir de julio de este año. Además, cuando son preguntados sobre el funcionamiento concreto de esta tecnología, su nivel de conocimiento queda en «entredicho».
Entre los que más conocían destaca el asistente de mantenimiento de carril (40,7%), el de frenado de emergencia (33,3%) y el de control de presión de neumáticos (8%). Por el contrario, entre los menos reconocidos se encuentra la caja negra (1,3%), el bloqueo del automóvil con alcoholímetro (2%), el de detención de tráfico trasero y la alerta de somnolencia (4,7%).
Sin embargo, solo 1 de cada 10 presentó un nivel bajo de entendimiento sobre el tema en la prueba del mystery shoping. Además, un pequeño porcentaje desconoce que algunos se pueden conectar y desconectar; y muchos no defienden su utilidad en la conducción. Sin embargo, en la mayoría de los casos no señalaron la seguridad como un argumento de fuerza y los mostraron como elementos útiles para la conducción.
Mesa redonda
Tras la presentación del informe, la responsable de Proyectos y RSC de Faconauto, Laura Peral; el vicepresidente de Calidad de Ventas y Soluciones de Movilidad de Bosch, Ricardo Olalla; el especialista en Industria y Medio Ambiente de Anfac, Julián Brouté; y el director de Proyectos e Investigaciones de Fesvial, Ignacio Lijarcio, mantuvieron un debate sobre los resultados obtenidos.
Entre los temas resaltados destacan de la importancia de bajar las cifras de muertos de las carreteras y priorizar el cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea de defunciones cero en la carretera. También destacaron la necesidad de renovación del parque de vehículos, el cual es un factor importante para la mejora de la seguridad de las carreteras. Asimismo, desde el evento hicieron un significativo hincapié en el hecho de colaborar con la Administración para potenciar la tecnología y el I+D en España. Sin embargo, el debate se centró en la necesidad de formación tanto para los comerciales como para cambiar la mentalidad de la sociedad sobre los ADAS.
