Los países de la Unión Europea votaron el lunes retrasar la entrada en vigor de la normativa de la Euro 7, después de que los fabricantes de automóviles y ocho países dijeran que los cambios podrían desviar la inversión de los eléctricos.
La norma ideada para rebajar las emisiones contaminantes de los coches, y que hubiera entrado en vigor en 2025, se pospondrá para 2027 en el caso de los vehículos ligeros, y hasta 2029 para los pesados. También aceptaron nuevos límites de emisiones de partículas para frenos y neumáticos.
Adicionalmente, la posición también contiene una disposición especial sobre los autobuses urbanos para garantizar la coherencia con el objetivo recientemente propuesto de cero emisiones de CO2 para 2030 para estos.
Ocho países, entre los que se encuentran Francia, Italia y República Checa, abogaron por una normativa menos estricta por temor a que los límites propuestos para contaminantes como los óxidos nitrosos de los motores de combustión desvíen el trabajo de desarrollo y la inversión de los vehículos eléctricos.
Presidencia española
España, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE, presentó un texto de compromiso, que fue acordado por el Consejo de la Unión Europea, formado por los ministros de los gobiernos de cada país de la UE.
El ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, declaró que «la presidencia española ha sido sensible a las diferentes demandas y peticiones de los países y creemos que, con esta propuesta, logramos un amplio apoyo». Además, añadió que se «logra un equilibrio en los costes de inversión de las marcas fabricantes y mejoramos los beneficios ambientales derivados de la regulación».
Gómez incidió en que Europa «quiere continuar el camino de liderar la movilidad del futuro y adoptar niveles de emisiones realistas para los vehículos de la próxima década, al mismo tiempo que ayudamos a nuestra industria a dar el salto definitivo hacia coches no contaminantes en 2035».
Respuesta de proveedores
La decisión de los ministros europeos de Industria tuvo rápidamente la respuesta de los proveedores y fabricantes. El secretario General de CLEPA, Benjamin Krieger, ha señalado en un comunicado de prensa esta mañana que «los proveedores de la automoción apoyan el avance de Euro 7, con condiciones de ensayo y límites realistas. La propuesta de la Comisión podría aplicarse eficazmente con algunas salvaguardias prudentes. La tecnología necesaria está disponible y es económicamente viable».
Asimismo, ha indicado que «se calcula que en la próxima década se venderán en la UE 100 millones de vehículos de propulsión convencional». Recalcó que «esta decisión determina ahora si la UE tendrá un papel en la configuración de las normas tecnológicas o deja esta prerrogativa a Estados Unidos y China».
Por otro lado, el director General de CECRA, anima a los colegisladores a seguir trabajando en unas normas Euro 7 sólidas y en su adopción antes de las próximas elecciones de la UE en junio de 2024.
Respuesta de fabricantes
La directora General de ACEA, Sigrid de Vries, indicó que esta posición de los Estados miembros supone «una mejora con respecto a la propuesta Euro 7 de la Comisión Europea, que era totalmente desproporcionada y generaba costes elevados para la industria y los consumidores».
«Nuestra industria está plenamente comprometida con la lucha contra la contaminación atmosférica y el cambio climático», añadió de Vries. «Ahora pedimos a los Estados miembros, al Parlamento Europeo y a la Comisión que trabajen para lograr una normativa Euro 7 que nos permita centrarnos en estos dos objetivos y, al mismo tiempo, mantener los vehículos asequibles y nuestro sector competitivo».
La decisión sobre la posición del Parlamento Europeo está prevista para el 12 de octubre. Tras la adopción de las posiciones por ambas instituciones, el Parlamento y el Consejo, comenzarán las negociaciones en la fase de diálogo a tres bandas.
