El fabricante chino Chery tiene previsto tomar una decisión como tarde «a finales de año» sobre si se instala en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, cuya reindustrialización está impulsando el denominado Hub de descarbonización, integrado por QEV Technologies y Btech, según han detallado a La Tribuna de Automoción fuentes de toda solvencia conocedoras de las negociaciones.
En estos momentos, el consorcio asiático está a la espera de recibir de forma pormenorizada los estados financieros del proyecto industrial por parte de las compañías españolas para poder analizarlos y resolver si, finalmente, lleva a cabo la producción o no. En caso de que sus valoraciones acaben en luz verde, la intención del constructor es la de «arrancar la actividad a lo largo de 2024».
El proceso negociador tuvo como hito central la firma en China, el pasado 26 de abril, de un memorándum de entendimiento entre las partes, como adelantó en exclusiva este periódico, para estudiar el ensamblaje de 50.000 unidades anuales de la marca Omoda para abastecer el mercado europeo, una actividad que permitiría dar solidez al proyecto de reindustrialización y garantizar su viabilidad, sobre todo después de que, tras la fusión de QEV Technologies con Spear Investment, anunciada a finales de julio, para cotizar en la bolsa de Ámsterdam y lograr una inyección de capital, se comunicase un ajuste sensible de las perspectivas de fabricación.
Así, ahora la compañía española dirigida por Joan Orús solo está barajando montar apenas 16.000 vehículos, sobre todo comerciales de la marca Zeroid, pero también autobuses, para 2027, en comparación con los 60.000 que se trasladaron en marzo de 2022 en la presentación oficial de los planes empresariales. Es decir, un 73,3% menos. A este volumen, no obstante, habría que sumarle para el mismo ejercicio los 40.000 pick up de la marca Ebro que pretende fabricar Btech.
Otras alternativas al margen de la española
Después de más de cuatro meses tras la rúbrica del memorándum, fuentes del sector señalan que en las conversaciones «no ha habido progresos sustanciales» y que Chery las está abordando «sin prisas» y con «cautela», una posición en la que, además, entra en juego otro factor, y es que el constructor chino, en su proceso de desembarco industrial en Europa, no está analizando únicamente implantarse en España, en la Zona Franca de Barcelona, sino que también está barajando otras «alternativas» por si acaba descartando la opción catalana.
Entre las posibles localizaciones, estarían Alemania, Francia, Italia o Rumanía, algunos de los países que visitó una delegación de directivos de la compañía asiática en su gira por Europa del pasado noviembre, encabezada por el presidente, Yin Tongyue, en la que una de las paradas fue la ciudad condal, teniendo lugar una visita a la planta y una reunión con el Hub, además de con el consejero de Empresa, Roger Torrent, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Al margen de ello, y durante el periodo formal de negociaciones que se abrió en abril, se han sucedido varios encuentros entre Chery, QEV y Btech, destacando uno, a finales de julio, en el que el director adjunto de la china, Zhu Shaodong, acudió a la factoría catalana.
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