El comisionado especial para el Perte de microelectrónica y semiconductores, Jaime Martorell, ha alertado de que en este momento hay «sobresuministro» de estos componentes en el mundo, con lo que se ha dado la vuelta a la situación que había hace un año. Entonces, el 24 de mayo de 2022, el Gobierno español puso en marcha esta iniciativa para apoyar el desarrollo y producción de chips en nuestro país, al haber un contexto de escasez que afectó, principalmente, a la automoción.
Durante una jornada organizada por la consultora EY, Martorell ha señalado que incluso hay «algunas empresas» del sector que han declarado que están incurriendo «en pérdidas por primera vez», por existir un exceso de oferta. Sin embargo, ha matizado que en esta industria es «característico» que haya estas «oscilaciones» y que «las proyecciones a 2030 siguen vigentes», por lo que no hay que preocuparse por la situación del corto plazo.
En este sentido, ha recordado que el pronóstico es que de cara a la próxima década se doble la demanda de microchips, por lo que Europa debería «multiplicar por cuatro» su capacidad productiva si quiere cumplir con el objetivo de pasar de producir el 8% del total mundial —Taiwan se sitúa en el 56% y Corea del Sur en el 17, según el comisionado— al 20% que ha fijado en su ley European Chips Act, con la que pretende recuperar soberanía industrial y cuenta con una dotación de 43.000 millones de euros.
El hecho de disponer de plazos largos, de hecho, beneficiaría las aspiraciones de España de conseguir la instalación de «una o dos fábricas de semiconductores», puesto que, según Martorell, la construcción de una planta requiere de tres años, a los que hay que sumar dos más para su puesta en marcha. Es decir, un proyecto que se adjudicara ya en 2023 habría que esperar a 2028 para que empezara a dar frutos.
Asia, a la cabeza en producción y EEUU, en diseño de chips
Además, el comisionado destacó que el problema de Europa no es solo que esté en desventaja competitiva a la hora de producir estos componentes claves con Asia, sino que, además, EEUU, diseña el 65% de los chips, por lo que también tiene terreno perdido con este país. No obstante, aclaró que la taiwanesa TSMC y la coreana Samsung están a un nivel tecnológico superior en microelectrónica que la americana Intel. Aunque también valoró la presencia de las holandesa ASML y el centro de investigación y desarrollo de Interuniversity Microelectronics Centre (IMEC) en Bélgica.
Para elevar la competitividad continental, que hasta ahora «se centra más en I+d+i y algo de fabricación relacionado con industria de la automoción», y la española, el Ejecutivo de Pedro Sánchez lanzó el Perte Chip para elevar la competitividad en esta área y evitar la falta de suministro que ya se vivió, principalmente, en 2022 y que ocasionó múltiples parones en las fábricas de vehículos.
Con este proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica, además de buscar que se implantara tejido productivo también se trata de conseguir avanzar en diseño, así como reforzar la capacidad científica y la creación de talento en este ecosistema.
Negociaciones con muchas empresas para fabricar chips en España
Precisamente, el pasado 26 de mayo, un año y dos días después de que el Perte Chip fuera aprobado por el Consejo de Ministros con un presupuesto de 12.250 millones de euros hasta 2027, se ha lanzado la primera convocatoria, que está dotada con 60 millones de euros. Denominada Misiones Chip, ha sido articulada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) con el que se podrán crear consorcios de «hasta ocho empresas». Las solicitudes se podrán presentar hasta el 5 de junio.
Según la nota de prensa, «Misiones Chip financiarán proyectos de I+D empresarial en cooperación con presupuesto de entre 3 y 15 millones de euros, siendo variable la intensidad máxima de la subvención: 65% para grandes empresas; 75% para medianas; y 80% para las pequeñas». A ella, se le sumará otra iniciativa con la que se pretende que 1.000 personas tengan formación científica de alta capacidad.
Por último, el comisionado del Perte señaló que una vez transcurridos 12 meses desde la aprobación de este plan de ayudas «se ha recorrido mucho camino, aunque no sea visible». En este sentido, añadió que, de la mano de la European Chips Act, se está negociando a nivel confidencial con muchos proyectos y empresas, porque «existe la oportunidad única de traer capacidad de fabricación a España».
